El saldo de la balanza comercial en enero pasado arrojó un superávit de u$s 296 millones, al contabilizar exportaciones por u$s 5547 millones e importaciones por u$s 5251 millones.
Así lo reveló esta tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) señalando además que el intercambio comercial, esto es la suma de exportaciones e importaciones creció el 23,3% interanual.
Pero la nota saliente es que después de dieciocho meses, en enero China desplazó a Brasil como el principal socio comercial del país, básicamente por la explosión de las importaciones desde ese destino asiático, que crecieron nada menos que 73,1% frente al mismo mes de 2021.
La última vez que China había llegado a ese puesto fue en julio de 2020, en pleno impacto mundial por las restricciones iniciales en el marco de la pandemia de Covid-19.
La razón principal de aquel «enroque» en 2020, entre la potencia asiática y la locomotora del Mercosur, fue que aun en un escenario de fuerte caída, tanto de exportaciones como de importaciones a esos países, la profundidad de la baja en el caso brasileño fue mayor.
En contraste, el mes pasado las exportaciones argentinas al gigante chino país cayeron 32,5% en relación a julio de 2020, mientras que desde ese momento hasta hoy las importaciones se duplicaron, pasando de u$s 751 millones hace un año y medio a u$s 1508 millones en enero 2022.
Esta situación determina una balanza comercial claramente deficitaria con la República Popular China, de u$s 1135 millones, que casi cuadruplica el déficit que hay con Brasil (u$s 308 millones) y es casi diez veces más que el que se registra con Alemania (u$s 127 millones), Tailandia (u$s 125 millones) o Estados Unidos (u$s 104 millones).
China es uno de los países -junto con Rusia- con los que Argentina busca instalar una relación estratégica y privilegiada, como lo demostró la reciente visita del presidente Alberto Fernández a Beijing a principios de mes. (El Cronista).