A un año de su llegada al cargo y en una agenda marcada por la obra de Dasso como el eje central de los reclamos de la comunidad, el cierre de año encuentra a Gustavo Avellaneda en plena elaboración de su balance personal sobre la gestión y, al mismo tiempo, pensando en un 2022 donde su rol lo tendrá abocado pura y exclusivamente a Ingeniero White, sin intervenciones en Villa Rosas.
“Ha sido un año muy complejo. Particularmente tuve que aprender la función sobre la marcha, gracias a la colaboración del personal. El trabajo en Ingeniero White lo siento en el apoyo de los empleados y de los vecinos que estuvieron con la gestión. Hubo errores y uno es humano, pero me llevo un gran aprendizaje para mi experiencia personal. Me siento orgulloso de todo lo que se pudo hacer y las expectativas que tenemos para el año que viene, ya que en enero estaremos trabajando solamente en la localidad”, afirmó en la nota realizada en IngenieroWhite.Com el sábado pasado en La Brújula 24.
“Esto que se implementó no sé si era una prueba o tenía que ver con una cuestión interna de la municipalidad. Conjugar dos delegaciones no fue algo bueno y se puede revertir con más presencia en la localidad. Hay varios proyectos que van a mejorar la vida de los vecinos si tenemos el acompañamiento de la municipalidad”, agregó.
“La aguja no se mueve de tres problemáticas. El estado de las calles en Boulevard y Saladero, donde hemos tenido falta de tosca y el estado es calamitoso los días de lluvia; la basura en toda la localidad y el riego, que ahora viene la etapa de verano y causa molestias en las calles de tierra. Apuntamos a mejorar esos temas, sumado a cuestiones de arbolado y otros reclamos que se repiten”, mencionó sobre los ítems salientes de gestión.
La realidad, en tanto, muestra otro panorama: “Tenemos una pala mecánica, un camión y un regador. No es poco, es poquísimo, y lo tengo presente. Vamos a gestionar más frecuencias y tratar de tener un sistema más aceitado en las tareas de calle. A partir de las nuevas conducciones en las delegaciones, vamos a transmitir todas estas necesidades”.
“Yo tengo empatía con todos los vecinos y me pongo en el lugar de ellos. Me molestaría a mí si me pasaran esas cosas. Mi desafío es solucionar los problemas que White tiene hoy. Hay muchos temas de zanja, que generaron problemas al costado de Dasso, problemas cloacales, mosquitos. Es un punto urbanizado y necesitamos una solución para poder entubarlo en la medida de que técnicamente sea posible”, deslizó sobre la mega-obra que sigue en etapa de finalización.
Y el cierre fue: “Tenemos diálogo con las sociedades de fomento y me llaman permanentemente. Hoy no puede faltar comunicación. Tenemos un sistema de 0800 de reclamos y el trato personal con cada barrio. La relación es muy fluida y cualquier reclamo que me trasladan trato de solucionarlo”.