Con buen acompañamiento del público y una serie de peleas destacadas y exhibiciones, el sábado pasado la ONG “Cangrejitos de Barro” llevó a cabo un festival de boxeo en el Anfiteatro Tulio Angelozzi, y así lo vivió su impulsor Eduardo Estay.
“Pudimos disfrutar de una larga jornada de boxeo, música y buen acompañamiento de la gente. La idea del evento fue que se arrime toda la familia, que vengan los chicos y se sumen a los gimnasios de los barrios. La respuesta de la gente fue muy buena. Estuvimos dos meses trabajando para organizar este evento, ya que tiene muchos detalles como el médico, la ambulancia, la gente que forma parte del ring”, comentó.
“También tuvimos la ayuda de distintos auspiciantes, como el SOMU que nos prestó su sede para el pesaje, locales que nos dieron una mano para hacer rifas. La idea es que este evento nos permita seguir repitiéndolo en otros barrios y el año que viene volver a encontrarnos en este lugar, con algún festival profesional”, deseó Eduardo.
“A la hora de las peleas, trato de no hablarle muchos a los chicos para no ponerlos nerviosos. La ansiedad puede jugar a favor o en contra. La relajación mental es clave para poder ganar. En semifondo peleó Melany Orellana, nuestra pupila, más allá del título bahiense y las exhibiciones que pudieron hacer los chicos junto a otros peleadores con licencia”, sostuvo.
Y dejó un objetivo para la comunidad: “Tenemos un hermoso anfiteatro para hacer todo tipo de eventos. Hay que tratar de darle alegría a White y convocar a la gente. Que conozcan el puerto, el museo. La idea es que todos participen por el bien común de la localidad”.