El 3 de marzo de 2020 quedará marcado en la historia argentina como el día en el que comenzó la pandemia de Covid-19 en el país. Durante esa jornada -de la que se cumple este miércoles el primer aniversario- se confirmó oficialmente el primer caso de coronavirus en Buenos Aires, al detectarse la enfermedad en un empresario porteño del rubro marroquinería llamado Claudio Ariel Pazzi, de 43 años, que había regresado de Europa.
Hasta ese momento el foco estaba puesto en China, Italia y un puñado de países más, y todavía no se hablaba de epidemia global, aunque la suerte ya estaba echada y marcaría todo lo que vendría después. Sería uno los sucesos más dramáticos que le tocó vivir al planeta en las últimas décadas.
Sólo cuatro días más tarde, la pandemia se cobró la primera víctima fatal en la Argentina, con la muerte de un hombre de 64 años que había viajado a Francia. Algunos, entre los que se encontraban expertos e importantes funcionarios, tenían la esperanza que la entonces epidemia podía llegar a afectar solamente a naciones desarrolladas e hiperconectadas, mientras que en nuestro país las medidas sanitarias eran incipientes y limitadas.
Desde entonces, la pandemia sumó en la Argentina más de 2,1 millones de casos positivos, para ubicarse en el puesto 12 entre los países más afectados del mundo, en tanto más de 52 mil personas murieron por el virus originado en China a fines de 2019.
En el desarrollo del brote, el país, como muchas naciones, vivió un proceso inédito con una estricta cuarentena decretada quince días después del primer caso, con profundas consecuencias económicas y sociales, que sirvió para retrasar la evolución de los contagios y en consecuencia una saturación en el sistema sanitario.
Tras algunos contratiempos y escándalos, la llegada de las vacunas, con cuatro millones de dosis de distintos orígenes, encuentra al país esperanzado con dejar atrás la pandemia, cuyas consecuencias en planos tan variados como las costumbres, la economía y la cultura perdurarán en todo el mundo por décadas. (NA).