Sucedió el pasado domingo 7 de febrero. La embarcación llamada “Natalia”, perteneciente al Grupo Moscuzza (uno de los tradicionales pioneros del sector pesquero industrial argentino), regresó al puerto de la ciudad de Mar del Plata tras unos días en alta mar.
Luego de arribar a destino se procedió a la descarga de la mercadería, momento en el que coincidieron pescadores con estibadores. En medio de dicho proceso se confirmaron casos positivos de COVID-19 en la tripulación, por lo que se debió aislar a más de 40 personas.
“Los estibadores, que en su mayoría pertenecen a una cooperativa, fueron considerados contactos estrechos y debieron aislarse”, explicaron.
“Comenzaron a las 7 de la mañana y recién a las 17 les avisaron que había como siete u ocho contagiados de coronavirus”, denunció Carlos Mezzamico, secretario general del Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (SUPA) de Mar del Plata
El dirigente gremial sostuvo que desde que arrancó la pandemia es la primera vez que se rompen los protocolores. “Los barcos deben informar a las autoridades la situación de salud de la tripulación, y si hay casos sospechosos y se permite el desembarco, se debe desinfectar”, dijo.
Según la versión de la firma Moscuzza, ninguno de los tripulantes presentaba síntomas de COVID-19. “La confirmación surgió porque se debían hisopar antes de volver a zarpar”, explicaron.
Actualmente, los tripulantes fueron a un hotel a cargo de la firma Moscuzza y están a la espera de resultados de los análisis. A bordo de “Natalia” quedó una dotación mínima para realizar mantenimiento del buque, ya que tiene carga que se debe preservar. (Infobae).