A pocos días de asumir un desafío personal en un lugar especial y muy emotivo, como la zona del Atlántico Sur y las Islas Malvinas, el nadador Gabriel Lucero visitó los estudios de La Brújula 24 y formó parte de la 826º de IngenieroWhite.Com.
“Empecé hace 3 años con esta preparación y a nadar en aguas frías. Hace poco estuve en Necochea, como parte de esa preparación para el desafío del Atlántico Sur. Se trata de una prueba de 3000 metros, en cuero y con una temperatura que ronda los 7 a 11 grados. Voy con un grupo de nadadores de distintas edades y sé que va a ser algo muy emotivo”, apuntó Gabriel.
“El sábado que viene salimos y vamos a tener una semana para aclimatarnos, con períodos cortos. Este es el cuarto año que se hace y para mí es el primero. Más allá de nadar, vamos a conocer el lugar donde se hizo el desembarco del 2 de abril y el Cementerio de Darwin, donde vamos a realizar una pequeña ceremonia”, amplió.
“La clave para este tipo de desafíos es estar bien descansado, comer bien y no estar estresado. Es fundamental la tranquilidad. La velocidad tiene que ser un punto medio. De todos modos, en cada prueba y experiencia, uno va percibiendo otras cosas”, detalló Lucero.
“¿Cuándo empecé a nadar? Siempre luché contra mi sobrepeso y eso me llevó a ir al gimnasio, mount-bike y nadar solo en una pileta. Ahí empecé a buscar nuevas técnicas y ví el homenaje que se hace en Río Grande a los ex-combatientes. Me gustó, me pareció emotivo y eso me motivó. Fui a una clínica a Buenos Aires y, desde ahí, a Mar del Plata, Viedma. Me dí cuenta que no era nada de otro mundo. Fue un cambio muy grande en mi vida y me permitió sociabilizarme con otra gente. “, resumió.
Además de su faceta deportiva, Gabriel utiliza al nado como un elemento solidario, involucrándose con historias como la de Thiago Gentili y el whitense Gabriel Caputo. “Podés hacer lo que te gusta y si ayudás a alguien, mejor”, cerró.