Con el cepo hard, el recargo del 30% a la compra de dólares y la continua baja de la tasa de interés de referencia, el escenario de las inversiones se encuentra en pleno proceso de reacomodamiento, sin soslayar los efectos de la renegociación de la deuda y de eventos internacionales inesperados, como el reciente ataque de EEUU en Irak, que afectan directamente las cotizaciones de los activos argentinos y por ende condicionan aún más las decisiones de los ahorristas.
En particular, se observa desde el último cuatrimestre del año pasado una baja sin pausa de la tasa de interés de referencia (hoy en el 55% anual), que impacta de lleno en los rendimientos de los depósitos a plazo fijo. Así es como, según el último dato disponible informado por el BCRA, los intereses pasivos que pagan los bancos por este tipo de colocaciones a 30 días ya se ubican en el 38% anual, es decir, más de cuatro puntos porcentuales por debajo de la inflación proyectada para el 2020 (42,2% por el mercado, de acuerdo al REM que publica la autoridad monetaria).
Esto se traduce en una tasa real negativa para enero: el plazo fijo tradicional ofrece una tasa mensual del 3,1% frente a una inflación estimada del 3,8%, según el REM. Pero la ecuación se torna más nociva para los ahorros si se proyecta el resultado para el primer trimestre: algunos analistas calculan que la tasa real negativa podría llegar al 12% entre enero y marzo.
“Veo las tasas muy bajas. Hoy en la zona de 38% TNA representa un 3% mensual casi; con inflación corriendo el primer trimestre entre 3,5% y 4% promedio. Esto da te da una tasa real negativa de entre 6 y 12% TNA”, asegura Esteban Domeq, director Inveq.
Por su parte, el analista Christian Buteler afirma que “ya estamos en tasa negativa para enero con la inflación estimada en 3.5%. Por ahora los depósitos parecen no acusar impacto ya que hay un cepo muy fuerte, pero no sé hasta dónde aguantarán”. El próximo jueves incluso podría haber otra pequeña baja de tasa de referencia por parte del directorio del BCRA, lo que llevaría aún más abajo los retornos de los plazos fijos.
Mientras tanto, con el cepo hard cepo, el impuesto País y un superávit comercial privado en ascenso, hoy el BCRA tiene margen para mantener el dólar oficial sin sobre saltos mientras se negocia el acuerdo de precios y salarios, la reestructuración de la deuda en dólares y se reconstruye la curva de tasas en pesos, bajando las tasas de interés de pesos e inyectando liquidez vía compra de dólares y financiamiento monetario al Tesoro.
La pregunta clave, en este contexto, es con qué brecha cambiaria y qué nominalidad tendrá esta dinámica en los próximos meses. “Eso va a depender esencialmente del termómetro de la negociación de la deuda en dólares y de la reconstrucción de una curva de pesos, y en función de esto de la dinámica del riesgo país y de la evolución de la demanda de dinero”, sostiene Federico Furiase, director de Eco Go.
Claro que hay un riesgo, y los analistas temen que la política “se engolosine” con el ancla del dólar oficial, las tarifas y los combustibles y que eso vaya deteriorando los equilibrios macroeconómicos básicos. Y a la vez, advierten por posibles distorsiones de precios relativos que le terminen “pasando factura” a la brecha cambiaria, las expectativas de inflación, e incluso a las exportaciones.
Mientras tanto, existe la certeza de que en los próximos meses las tasas de los plazos fijos tradicionales en pesos a 30 días quedarán por debajo de la suba de precios estimaba para el primer trimestre, en un contexto además de fuerte emisión monetaria. “Creo que la tasa la irán llevando paulatinamente y observando cómo reacciona el mercado. El ahorrista en pesos viene perdiendo hace dos años y seguirá perdiendo frente a la inflación. Tal vez no contra el dólar oficial, pero sólo podes comprar u$s 200 por mes”, remarca Buteler.
Por eso es probable que este escenario genere las condiciones para que acelere un desarme de los plazos fijos tradicionales, aunque por ahora se descarta que sea de gran magnitud, dadas las restricciones que tienen los ahorristas, por ejemplo, para comprar dólares. Pero además porque recientemente se eliminaron los impuestos a las operaciones financieras que involucren instrumentos en pesos, como plazos fijos o títulos públicos, consistente con el objetivo del Gobierno de promover una “desdolarización de la economía”.
“De corto plazo veo un escenario riesgoso para las inversiones en pesos en un contexto donde las tasas reales de interés de pesos, frente a la inflación esperada, se acercan a terreno negativo y donde la brecha cambiaria podría escalar, si no hay velocidad en la negociación de la deuda en dólares, una vez que la demanda estacional de dinero empiece a retraerse a partir de mediados de enero”, analiza Furiase.
ALTERNATIVAS AL PLAZO FIJO TRADICIONAL Y A LA COMPRA DE DÓLARES BILLETES
Frente a esta coyuntura, y ante la expectativa de que la inflación se mantenga alta en el corto plazo, algunos ahorristas ya analizan pasarse de los plazos fijos tradicionales a los que ajustan por CER/UVA (inflación), más un retorno de entre 1 y 4%, dependiendo de la entidad bancaria. Y para aquellos que se animen a incursionar en la bolsa, emergen opciones como los bonos en pesos atados al CER, las Letras del Tesoro ajustadas a la evolución del tipo de cambio (Lelink), o directamente el dólar MEP.
“Con el cepo hard, mucho se volcará a los plazos fijos que ajustan por CER, aunque otra parte podrá ir a presionar la brecha”, comenta Domeq. En el último caso, el analista se refiere a la compra de dólar MEP a través de la bolsa, que hoy cotiza entorno a los $76, sin comisiones. Se trata de una operación sin restricciones, recomendada para hacerse de dólares a partir de la compra de un bono en pesos (el Bonar 2024 en el más líquido), y la posterior venta del mismo título, pero en su versión en moneda dura.
Por ello, es que en el mercado se estima que en algún momento de febrero o marzo, “la brecha rompa el 30% del impuesto país”, es decir, que la cotización del dólar MEP o del dólar “contado con liqui” (hoy en $77) supere al valor del dólar solidario (hoy cerca de $82).
En la misma línea, Furiase sugiere buscar instrumentos alternativos en pesos con liquidez, que compensen en función de la inflación más un spread, como los títulos que ajustan por CER. Pero además aconseja el MEP: “Es un mecanismo de cobertura para compensar el riesgo de estar en moneda local, colocando parte de los pesos en la compra de bonos y luego venderlos contra dólares, si no se quiere tener exposición en riesgo argentino”.
Fuente: Ambito