Las prepagas vuelven a aumentar en octubre por cuarto mes consecutivo. Y en noviembre habrá un nuevo incremento. En los últimos cuatro años, las empresas de salud fueron autorizadas a aplicar subas por 283,9 por ciento, es decir, mayor a la inflación, que acumuló 259,4 por ciento. En el caso de los medicamentos, los precios para el mismo período treparon 360 por ciento.
La disparada de estos valores, por sobre el avance del nivel general de ingresos, determinó que el poder de compra de una canasta representativa de medicamentos cayera 36,6 por ciento para el salario mínimo y 14,7 por ciento para la jubilación mínima. Se trata de alzas en bienes y servicios relacionados a la salud que son inelásticos, es decir, que no pueden sustituirse, y que impactan sobre todo en poblaciones de riesgo, como los jubilados. Así se desprende de un informde del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (Undav).
Sólo este año, las prepagas habrán aumentado siete veces: 5,5 por ciento en febrero; 7,5 en mayo; 5,5 en julio; 6 en agosto; 6 en septiembre; 4 en octubre, y la Secretaría de Salud ya confirmó la suba de otro 4 por ciento para noviembre. Pese a ello, las empresas pedirían otra suba para diciembre.
Entre febrero de 2016 y noviembre de este año, el aumento acumulado alcanza a 283,9 por ciento. Las empresas aseguran que estos aumentos se deben al impacto de la devaluación, dado que los servicios públicos, los insumos y otros costos se encuentran dolarizados. Los ajustes afectan el presupuesto de más de 5 millones de personas que pagan el servicio, señala el informe. En el área metropolitana de Buenos Aires, por ejemplo, estos incrementos provocaron la baja de 200 mil usuarios en lo que va del año, según la ONG Defendamos Buenos Aires.
El precio de las cuotas en los salarios pasó de 19 por ciento en diciembre de 2015 a 30,4 por ciento en la actualidad, por lo que cada vez es más caro mantener el mismo plan. Así se desprende de la comparación entre la suba de las prepagas y la evolución de los salarios que releva la Secretaría de Trabajo.
En lo que va de 2019, el 79 por ciento de los que poseen una prepaga optó por cambiar de cobertura médica, según un estudio realizado por Mi Obra Social, sitio especializado en esta materia. El informe muestra que una persona de entre 20 y 30 años pagaba 2300 pesos en 2016, mientras que hoy por el mismo plan no paga menos de 4000. Para un matrimonio con dos hijos, que hace tres años pagaba 5000 pesos, hoy abona cerca de 9000.
Precios sin remedio
Los medicamentos, considerados por ley como un bien social, también registraron fuertes subas por encima de la inflación. Los fármacos subieron en promedio 360,9 por ciento entre noviembre de 2015 y mayo de 2019, según el relevamiento de la Undav, en base a una canasta de 123 productos de diversas características, marcas, función y origen. En el mismo período, el IPC porteño acumuló un alza del 260,1 por ciento. Por lo tanto, la separación entre ambos supera los 100 puntos porcentuales.
El incremento de precios por sobre el avance en el nivel de ingresos determinó que el poder de compra de una canasta representativa de medicamentos cayera un 36,6 por ciento en relación al salario mínimo, un 14,7 por ciento respecto a la jubilación mínima y un 10,3 por ciento respecto a la Asignación Universal por Hijo.
La suba del 360,9 por ciento de los medicamentos es un promedio: hay casos que superan el 700 por ciento. Los aumentos más pronunciadas se dan en medicamentos para las tiroides (753 por ciento), analgésico antiespasmódico para dolores gastrointestinales (631), ansiolíticos para tratar los problemas de ansiedad y de estrés (+557), broncodilatadores para problemas respiratorios crónicas (548), corticosteroides para problemas glandulares (400) y anticonceptivos (397).
Según el documento de la Undav, el mercado de la salud está conformado por “sectores oligopólicos”, dado que en el país 20 laboratorios concentran aproximadamente el 80 por ciento de la producción de medicamentos. “Tienen comportamientos colusivos para sostener al alza los precios y el Gobierno mantiene una postura a favor del libre juego de la oferta y demanda de medicamentos, ya que los considera como cualquier otro bien”, agrega el informe.
Por el carácter inelástico de la demanda de estos productos, la industria farmacéutica aumentó la facturación 68,6 por ciento en forma interanual para el segundo trimestre del año, es decir, por encima de la inflación.
Fuente: Página12