En un mercado automotor convulsionado por la fuerte recesión y la suba del dólar todo es posible. Por ejemplo que, en medio de esta crisis, haya un crecimiento inesperado de la demanda de los vehículos más caros.
En las concesionarias aseguran que, en los últimos días, están recibiendo muchas consultas de clientes que llegan para cerrar operaciones de 0 km que cuestan algo más de $2 millones, mientras la demanda de modelos más económicos está floja. “Tenemos más consulta por el segmento de alta gama que por los autos chicos”, reconocieron ayer en una agencia.
Esta curiosidad tiene una explicación: a partir del 1 de septiembre se modificará la base imponible de los Impuestos Internos y eso significará que estos modelos tengan un aumento de precio de alrededor del 10%.
Hasta ahora, los autos de menos de $2.100.000 están exceptuados del pago de ese gravamen pero, para evitar caer en el tributo, hay modelos que están, desde hace unos meses fijos en un precio apenas menor que ese límite.
Esto se debe a que, si tienen que tributar, el valor de los vehículos salta un 25% y quedan descolocados frente a la competencia. Cuando se actualice la nueva base imponible, este techo pasará a aproximadamente $2.3 millones, por el ajuste del 9,5% correspondiente a la inflación del trimestre abril-junio. Entonces, los modelos que están “topeados” por el límite impositivo actual tendrán margen para subir hasta el nuevo techo sin necesidad de tributar.
Ante esta particularidad, los consumidores con buen poder adquisitivo tratan de hacer un buen negocio. La demanda está concentrada en marcas que tienen sus listas de precios en pesos, ya que las que lo expresan en dólares están atadas a la suerte del tipo de cambio. Modelos como Chevrolet Equinox o Trailblazer, Nissan X-Trail, Volkswagen Tiguan, Toyota SW4 o Jeep Compass son los buscados ya que sus precios rondan entre $2.030.000 y $2.090.000.
El problema es conseguirlo. No todas las concesionarias tienen stock o, directamente, se sacaron de la venta para volverlos a comercializar el mes próximo más caros. Incluso en las páginas de las terminales figuran sin precio por este motivo. De todas maneras, cada concesionaria lo maneja según su necesidad. Tras un sondeo de Ámbito Financiero se pudo comprobar que algunas agencias de Chevrolet, Nissan y Toyota los estaban comercializando.
El otro dato que juega a favor para que la demanda de estos modelos crezca es el salto del dólar. Como están con precios en pesos, en cuestión de días estos 0 km se “abarataron” en dólares. El cliente de este tipo de autos suele “pensar” en dólares y, en este momento, con el tipo de cambio que pasó de $45 a $57, no duda de estar haciendo un gran negocio.
Fuente: Ambito