Desde hace días que el fuego está arrasando miles de hectáreas de la Amazonía brasilera y boliviana, un fenómeno que lamentablemente se repite en otros lugares del planeta que también están siendo afectados por enormes incendios. Esta zona del planeta representa aporta el 20% del planeta.
El avance de estos incendios, sumados a otros focos en zonas de la amazonía brasilera hizo que Sao Paulo ayer se oscureciera a las tres de la tarde. Para algunos especialistas se trató de nubosidad, pero para otros, fue el humo de los incendios que ocurren a cientos y miles de kilómetros de la ciudad.
El Instituto de Meteorología de este país, dijo al portal G1 de la cadena Globo, que el humo se debía al “material en partículas, oriundo del humo producido por incendios silvestres” en Bolivia, Paraguay y los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul (occidente) junto con los vientos del frente frío que llegó desde la costa.
Los incendios de la amazonia brasilera se iniciaron hace dos semanas. Imágenes captadas por el satélite Aqua de la NASA muestran cómo esta región se quema en los estados de Rondônia, Amazonas, Pará y Mato Grosso.
Por la humedad de la zona, los incendios son raros salvo entre julio y agosto, los meses de estación seca en la que además los agricultores realizan quemas.
De acuerdo a los datos entregados por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe), los incendios de esta temporadas son los más grandes de los últimos siete años y en comparación con la misma fecha del año pasado, representan un 82% más. Hasta el 18 de agosto de este año, se han registrado 71.497, mientras que el año pasado solo se habían registrado 39.194.
“Estos fuegos son todos de origen humano, unos con propósito y otros accidentales, pero siempre por la acción humana. Para que tengas un incendio natural necesitas que haya rayos, pero en toda esta región central de Brasil y el sur de la Amazonía, hay una sequía muy prolongada, hay lugares con casi tres meses sin una gota de agua”, explicó el investigador del Programa Incendios de Inpe, Alberto Setzer.
En Bolivia, hasta ayer, ya se habían quemado casi 500.000 hectáreas de bosques, cultivos y pastizales en el oriente de Bolivia, siendo la zona más afectada Santa Cruz, ciudad ubicada a 540 kilómetros al sureste de La Paz, la que fue declarada zona de desastre.
Además de los vientos fuertes y las quemas agrícolas fuera de control, la falta de lluvias ha agravado la situación.
Soldados, policías y voluntarios buscan impedir el avance de las llamas que ya afectan una parte de la reserva natural de Tucavaca, al este de esa región. El año pasado, en esta misma fecha se registraron más de 35 mil quemas que arrasaron 694.169 hectáreas en todo el país, según informes oficiales.
Fuente:La tercera.com