Oscurece en pleno día y en cuestión de minutos. Desciende la temperatura, se divisan estrellas en el cielo, algunas flores se cierran y las aves se posan sobre las ramas de los árboles. Parece haber llegado la noche, pero tras unos breves minutos vuelve la luz.
Por primera vez desde 1947 este fenómeno, uno de los eventos naturales más espectaculares que se disfrutan desde nuestro planeta, se producirá mañana en una franja que atraviesa la zona más poblada del país, cuando la Luna se interponga entre el Sol y la Tierra. El espectáculo se prolongará a partir de las 16.30 y durante algo más de dos horas.
“El último eclipse solar total que se vio desde la Argentina fue en 2010, pero pasó por Río Turbio, se apreció desde una zona muy marginal -cuenta Santiago Paolantonio, historiador de la astronomía que realizó una minuciosa investigación sobre las tres expediciones argentinas que intentaron probar, durante otros tantos eclipses que ocurrieron a principios del siglo XX, la teoría de la relatividad de Einstein-. En 1994 pasó uno por el norte, y en 1966, otro por el sur”.
La ocasión es motivo de regocijo para astrónomos, aficionados y para la población general, atraída por este paréntesis en la rutina celeste.
“El eclipse total de Sol es sin duda el más inquietante de los fenómenos astronómicos que conocemos -afirma el astrofísico Alejandro Gangui, investigador del Instituto de Astronomía y Física del Espacio-. En la antigua China se creía que un dragón invisible devoraba el Sol; se desataba un fragor de tambores y miles de arqueros de la corte disparaban sus flechas hacia el firmamento para aterrorizar a la bestia y restablecer la luz del día. Lo que fue dragón en China en Vietnam fue una gigantesca rana, y un mítico hombre lobo en la antigua Serbia. Fue un vampiro en Siberia y para los guaraníes de la cuenca del Plata fue un jaguar mitológico que devoraba al Sol”.
Por una curiosa coincidencia, aunque la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol, puede taparlo completamente porque está casi 400 veces más cerca. Solo queda al descubierto la “corona”, uno de los temas de interés de los astrónomos: “Esta parte de nuestra estrella no se comprende bien -explica Diego Bagú, director del Planetario de La Plata-. Es un misterio por qué en la superficie del Sol la temperatura es de 6000 grados y en la corona llega a millones de grados”.
Según se explica en el sitio del Planetario de Buenos Aires Galileo Galilei, “en el mundo de la astronomía -y particularmente entre los observadores de eclipses experimentados- se dice que la diferencia entre ver un eclipse parcial de Sol, aunque sea del 99%, y uno total es comparable a ir a un teatro y quedarse en la puerta o entrar a ver la obra en primera fila”.
Espectáculo sobrecogedor
Como el Sol es tan brillante, incluso si queda una pequeña partecita sin tapar, hay luz suficiente para que no se den todos los fenómenos que ocurren durante la “totalidad”.
Segundos antes y después de que la Luna lo cubra por completo, “se puede observar el espectacular efecto de ‘anillo de diamante’, un ‘flash’ de luz solar que se filtra por el borde lunar justo antes de los llamados segundo y tercer contacto, que marcan el principio y el final de la totalidad”, informa el Planetario porteño.
“En los minutos del eclipse inmediatamente anteriores al corto lapso de totalidad -dice Gangui-, comienzan a notarse efectos extraños. A veces pueden advertirse débiles, paralelas y ondulantes franjas alternadas de luz y sombra que avanzan sobre superficies planas y claras, como paredes iluminadas por el Sol en el momento del eclipse, resultado de la distorsión de los rayos solares por las irregularidades de la atmósfera terrestre”. La temperatura puede bajar hasta 10°C, y puede comenzar a soplar viento.
Para informarse más
No en todos lados se verá lo mismo ni al mismo tiempo. El eclipse será total en una banda de algo más de 100 km de ancho que atravesará la Argentina (y Chile), pero podrá observarse de forma parcial (es decir, con el Sol cubierto menos del 100%) también en otros países sudamericanos.
La duración del eclipse total, según informa el Planetario, irá desde unos pocos segundos (en los puntos ubicados muy al borde de la franja de totalidad), hasta un máximo de dos minutos y medio, en la línea central de la franja, que tocará la provincia de San Juan (ver infografía).
Lamentablemente, los porteños no tendremos ese privilegio, ya que cuando el desplazamiento de la sombra de la Luna llegue hasta esta parte del mapa, el astro estará muy bajo sobre el horizonte. En la ciudad de Buenos Aires, el momento culminante del fenómeno ocurrirá a las 17.44, con el Sol tapado en un 99% de su diámetro por la Luna, a tan solo un grado sobre el horizonte.
Por eso, quienes no puedan desplazarse hasta los puntos del país en los que sí podrá apreciarse en plenitud y quieran apreciarlo en detalle deberán ubicarse en sitios altos y libres de obstáculos visuales en esa dirección. En particular, en el caso del Planetario, como la arboleda del parque lindero obstruirá la visión, no está previsto ningún evento público de observación.
También la Asociación Argentina de Astronomía reunió información sobre los eclipses, cómo observarlos y qué actividades se organizaron en torno de este evento en www.totalidad.com.ar.
Y el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), en colaboración con la embajada francesa y el Institut d’Astrophysique de París, organizó una muestra sobre los eclipses, exhibida en el Planetario de Buenos Aires y en el Centro Cultural de la Ciencia, en Godoy Cruz 2270 (por información sobre otros lugares de exhibición, consultar en www.iafe.uba.ar/expoeclipses).
Y para los que mañana no puedan disfrutar de la coreografía celeste, a no desesperar: según afirma el astrofísico Rodrigo Díaz, del Conicet, el año próximo se verá otro eclipse solar total, pero esta vez desde la Patagonia. Será el 14 de diciembre de 2020. “La franja de totalidad será relativamente angosta e irá desde San Martín de los Andes hasta Las Grutas; sin embargo, el eclipse parcial se divisará en todo el país”, destaca Díaz.
Además del mencionado, el siguiente eclipse solar total visible desde el país se producirá el 5 de diciembre de 2048. En el medio habrá dos eclipses anulares: uno el 2 de octubre de 2024 y otro el 6 de febrero de 2027.
Fuente: La Nación