La ausencia de un modelo unificado parece ser la constante en la presente ronda de paritarias, donde la necesidad de prevenir la perdida de poder adquisitivo por efecto de una inflación mayor a la esperada guía las estrategias de los gremios en la negociación salarial. En ese contexto, las paritarias del sector privado ya definidas se enmarcan principalmente en dos esquemas: por un lado un modelo de convenio anual que establece aumentos por encima del 35% y revisión semestral, como los casos de los acuerdos sellados en la industria metalúrgica, y por otro, un esquema que fija una suba inicial y ajustes automáticos cada tres meses según la evolución del IPC del Indec, ya firmado en los convenios de la Uocra y Sanidad.
Ese último molde, impuesto inicialmente en la paritaria acordada por María Eugenia Vidal con los docentes bonaerenses, se replicó el mes pasado en la industria de la construcción y esta semana en el convenio que selló el sindicato de Sanidad, que conduce Héctor Daer, con la cámara que agrupa a las droguerías. Ese entendimiento estableció un incremento de 11,8% para el período mayo-julio, y desde agosto se actualizará cada trimestre en forma automática en la misma proporción que la inflación. El gremio, además, cerrará esta semana el mismo acuerdo con la industria farmacéutica y el mes próximo con clínicas y sanatorios.
El modelo de acuerdo anual fue definido el lunes en la paritaria metalúrgica. Allí el gremio que conduce Antonio Caló firmó con las seis cámaras empresarias de la actividad una mejora salarial del 36%, que incluye una recomposición del 8% en reconocimiento al deterioro en términos reales sufrido en 2018 y un 28% para este año. La suba se distribuirá en tres tramos (17% en abril, 8% en julio y 5% en octubre) y sumas fijas que conforman el 6% restante. Además, se fijó una cláusula de revisión que se implementará en noviembre en función de la evolución de la inflación.
En tanto, con un esquema similar, el sindicato de Gastronómicos que conduce Luis Barrionuevo firmó ayer su paritaria por el plazo de un año con un aumento del 28% en tres tramos, más 15% para compensar la negociación de 2018, con lo cual la recomposición trepará hasta 43%. El 28% correspondiente a 2019 se abonará desglosado en un 10% en junio; 15% en octubre y 3% en febrero, mientras la recomposición por 2018 del 15% se pagará en dos tramos de 10% y 5% con los sueldos de abril y mayo. También el convenio prevé una revisión del aumento según la evolución del IPC. El incremento beneficiará a alrededor de 250.000 trabajadores del sector y el sueldo promedio de un mozo trepará los $ 27.000.
Por otra parte, en los últimos días también avanzaron las discusiones salariales entre el Gobierno y la conducción del gremio UPCN para definir la paritaria, que podría sellarse esta misma semana. Según fuentes de la negociación consultadas por El Cronista, el incremento salarial para los casi 200.000 trabajadores de la administración pública nacional se ubicará en torno al 28%, suba que se aplicará en cinco tramos e incluirá una cláusula de revisión.
En cuanto a la negociación en el sector de Comercio y pese a que el titular del sindicato mercantil, Armando Cavalieri, anunció la semana pasada un acuerdo que establecía un incremento de 30% en 6 tramos bimestrales, las cámaras empresarias de la actividad ratificaron ayer que continúan discutiendo para avanzar en un entendimiento.
Fuente: Cronista.