Según esa norma, el nuevo piso salarial mensual para poder percibir asignaciones subió a $ 3.621,04, mientras que el techo de ingresos individual escaló a $ 53.829 y los familiares a $ 107.658. Los nuevos techos crecieron 28,3%, al incrementar $ 11.870 y $ 23.741, respectivamente.
O sea, todos los trabajadores en relación de dependencia que reciben más de $ 53.829 brutos por mes dejarán de recibir la ayuda estatal desde este marzo. Si en el hogar hay más de un salario registrado, el Ingreso del Grupo Familiar (IGF) de todos sus integrantes no debe superar los $ 107.658 para mantener el beneficio.
La Secretaría de Trabajo informó que en diciembre pasado el salario promedio de los 6,1 millones de trabajadores del sector privado fue de $ 51.657, mientras que el salario mediano alcanzó $ 41.204. Por lo tanto, serán muchos los trabajadores que resignarán este plus todos los meses.
La Anses aclaró que el tope mínimo no se aplicará para los titulares de la Prestación por Desempleo, que seguirán teniendo el mínimo de $ 200.
Las asignaciones son por hijos, nacimiento, adopción, matrimonio, prenatal, hijo con discapacidad, cónyuge y ayuda escolar y varía los montos según la zona de residencia, hoy divididas en 4. Los trabajadores monotributistas tienen otros valores y exclusiones, al igual que los jubilados.
La AUH se incrementó 46% a $ 2.644 desde marzo, tal como anunció Mauricio Macri en la última apertura de sesiones ordinarias del Congreso nacional.La medida fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial a través del Decreto 186 y de esta manera, se adelantarán los aumentos de todo el año. El costo fiscal de este aumento rondará los $ 15.000 millones.
En julio de 2018 el Gobierno redujo drásticamente los topes para recibir asignaciones. Para cumplir con el plan de achicamiento del déficit fiscal que impuso el FMI, la Anses bajó el techo de IGF $ 94.786 a $ 83.917 y excluyó a miles de familias sin asistencia social. Y el salario individual no podía cruzar $ 41.959 porque también se quedaban sin ayuda.
Fuente: Ambito