El asteroide es binario y se llama Didymos. Como “mellizo” en griego. Es que está compuesto por dos cuerpos. En su recorrido cósmico tiene previsto pasar considerablemente cerca de la Tierra, a unos 11 millones de kilómetros de distancia, en octubre de 2022 y luego en 2024, según publicó la BBC.
La primera pieza de este objeto mide unos 780 metros de ancho y fue bautizada como Didymos A, mientras que la segunda, Didymos B, mide 160 metros.
Esto se debe a que la NASA quiere lanzar el Proyecto DART (Prueba de Redireccionamiento del Asteroide Doble). En 2022, la nave DART impactará en Didymos B, el asteroide pequeño en un intento de cambiar su órbita alrededor de su gemelo más grande, para probar la viabilidad de la desviación del asteroide.
El choque tiene que ser lo suficientemente fuerte para desviar su trayectoria unos 0,4 milímetros, como para sacarlo de su órbita, pero sin que llegue a destruirlo y genere una lluvia de pequeñas pierdas.
“Este no es el primer impacto de una nave espacial en un cuerpo planetario”, aclara Patrick Michel, Director de Investigación del Observatorio de la Costa Azul de Francia. “La sonda Deep Impact de la NASA se estrelló contra el cometa Tempel 1 en 2005, pero no para tratar de desviarlo, sino para exponer material del subsuelo. El diámetro del cuerpo, seis kilómetros era demasiado grande. Pero Didymoon es lo suficientemente pequeño, y con una órbita de 12 horas alrededor de su matriz, lo suficiente como para que su período orbital se pueda cambiar de una manera mensurable”.
Después del impacto, la misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) estudiará los asteroides Didymos en 2026 para recopilar información clave que no estará disponible a partir de observaciones basadas en la Tierra, incluida la masa del Didymos B, sus propiedades de superficie y la forma del cráter que deje la misión DART.
“Esto nos dará una buena estimación de la transferencia de impulso del impacto, y por lo tanto su eficiencia como técnica de desviación”, explica el científico del proyecto Hera, Michael Küppers. “Estos son parámetros fundamentales para permitir la validación de los modelos de impacto numérico necesarios para diseñar futuras misiones de desviación.
“Comprenderemos mejorsi esta técnica se puede usar incluso para asteroides más grandes, lo que nos dará la certeza de que podríamos proteger nuestro planeta de origen si es necesario”.
Didymos B es muy importante para tales pruebas, ya que se encuentra en la clase más peligrosa de asteroides cercanos a la Tierra debido a su tamaño: los cuerpos más grandes se pueden rastrear más fácilmente, los cuerpos más pequeños se queman o hacen daño limitado, mientras que un impactador del tamaño del binario Didymos.
Actualmente, Hera está en estudio y se presentará para su aprobación en la reunión del Consejo Space 19+ de la ESA de los ministros europeos de espacio. Está previsto su lanzamiento en 2023.
Hera sería la próxima misión de la ESA a un cuerpo pequeño después del cazador de cometas Rosetta, beneficiándose de la experiencia adquirida durante esa misión de 12 años.
Fuente: Clarín