El calamar es un recurso pesquero fundamental para la usurpación británica de las Islas Malvinas y su explotación encierra una histórica contraposición de intereses entre Argentina y Gran Bretaña. Especialistas aseguran que se trata de un capítulo más de la política de entrega que implica el pacto Foradori – Duncan. El rol de las ONG’s ambientalistas.
Este viernes primero de febrero se puso en marcha una campaña de investigación sobre el calamar argentino y después de 14 años, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) volverá a cooperar con Gran Bretaña.
La comitiva está integrada por 14 científicos argentinos y dos ingleses. De este modo, se desempolva el Subcomité Científico de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur (CPAS) creado por Declaración Conjunta de Argentina y Gran Bretaña el 28 de noviembre de 1990.
Especialistas señalan que la participación inglesa en una expedición sobre un recurso pesquero fundamental para la usurpación británica en las Islas Malvinas es un nuevo capítulo de la entrega de soberanía, en el marco del pacto Foradori – Duncan firmado en septiembre del 2016, mediante el cual Argentina se comprometió a levantar todas las restricciones que afectan a la economía de los isleños.
En diálogo con Info BLANCO SOBRE NEGRO, el ex director del Instituto Nacional Antártico (2003 – 2016), Mariano Memolli, explicó: “Esto es gravísimo. Anteriormente a este comité científico se lo dejaba de lado porque en nuestro territorio no hay nada que discutir. Los ingleses no son nuestros vecinos”.
El calamar es la especie de cefalópodos más abundante de la región, distribuida en el Atlántico Sudoccidental desde los 55º S hasta los 23º S, entre los 50 y los 1.000 metros de profundidad. Por tratarse de una especie de aguas templado-frías, las mayores abundancias se encuentran sobre la plataforma y el talud continental de la Argentina, relacionadas con el área de influencia de las aguas de origen subantártico, particularmente de la Corriente de Malvinas.
“Nosotros tratábamos de controlar la pesca del calamar antes de que llegara a Malvinas para que no creciera la economía de las Islas hasta que no se sentaran a hablar sobre la soberanía como ordenó la ONU”, explicó Memolli.
Y amplió: “Para las Islas el calamar es un recurso muy importante, implica el 50 por ciento de los ingresos pesqueros. Esta especie ingresa por la zona de la milla 200, donde Argentina tiene la potestad de establecer la política pesquera que crea conveniente, y luego se dirige hacia las Islas. Para nosotros, la política correcta era la pesca intensiva del calamar así no lo podían usufructuar en las islas y ecológicamente no hubo consecuencias”.
Para el especialista, la expedición científica organizada en conjunto con los británicos busca “justificar con argumentos de sustentabilidad que la pesca del calamar no debe realizarse dentro de la zona económica exclusiva argentina y que sólo la realicen los británicos”.
Detrás de esta maniobra se encuentran también distintas ONG’s, entre las que se encuentra Greenpeace, que sustentan la entrega del recurso con premisas conservacionistas. “Los ingleses son muy rápidos y comenzaron a trabajar a través de las ONG’s que mediante planteos ambientales garantizan la soberanía británica”, expresó Memolli.
“El Great British Oceans coalition (GBO) es una coalición de ONG’s que hablan de medidas proteccionistas para la conservación de los océanos. Creo que en un futuro apuntan a plantear que los recursos naturales deben ser protegidos por aquellos que lo pueden hacer, entonces se acabaría la soberanía directa de los países sobre sus plataformas continentales que quedarían para los más poderosos”, alertó el ex director Nacional del Antártico.
“Nosotros teníamos una política de diálogo. Había cooperación científica con algunos británicos pero no en temas sensibles para la soberanía argentina como el calamar. Una casa es estudiar el agujero de la capa de ozono en la Antártida y otra cosa muy diferente es la explotación pesquera donde hay intereses contrapuestos”, remarcó.
Según datos del gobierno kelper, el 19% del calamar consumido en Europa durante 2017 provino de las Islas Malvinas. Meses atrás, había informado una recolección de 43 mil toneladas de calamar, la mejor pesca en los últimos cinco años. De extraer 398,2 toneladas por día en 2013 los ingleses pasaron 673,2 toneladas.
“Esto se enmarca dentro del acuerdo Foradori – Duncan que habla de levantar todas las restricciones para que la economía de las islas sea sustentable. Esta actividad científica conjunta fue propuesta en el ámbito de la pesca. El tratado lo están cumpliendo al pie de la letra”, aseguró Memolli.
Por último, consideró que “tampoco se debe despreciar el tema de la minería marina que no se reduce solo a la explotación del petróleo”, y explicó: “Se han desarrollado una serie de equipos para ir al fondo marino y extraer núcleos polimodales, piedras muy grandes que tienen diferentes metales como litio, oro y cobre, entre otros. Los británicos muestran sus progresos en esta materia y ya tienen buques en las costas africanas”. (Martín Mazzoleni – INFO BLANCO SOBRE NEGRO). Nuestromar.