La retracción del consumo de productos masivos a lo largo de 2018, también afectó a las segundas y terceras marcas, cambió los hábitos de los consumidores y obligó a los distintos canales de comercialización a reacomodar sus estrategias de venta. Así lo publica hoy en un informe el diario El Día de La Plata.
“Ante una caída generalizada del consumo, segundas y terceras marcas también cayeron, menos que las primeras pero sintieron el impacto de un año difícil ya que no hubo sustitución generalizada salvo algunas categorías”, explicó el especialista en comercio minorista Damián Di Pace.
De acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas registraron caídas todos los meses del año, en diciembre las cantidades vendidas por los comercios minoristas bajaron 9,9% frente a igual mes del 2017, y acumularon una retracción anual de 6,9%.
Ese panorama explica que los hábitos de consumo masivo, así como las estrategia comercial de marcas y canales de venta, se hayan visto afectados con distinta intensidad a lo largo de los últimos 12 meses. Noviembre fue el momento de mayor caída, 10,1%, dentro de lo cual los congelados se derrumbaron 24%, lácteos 19,8%, productos frescos 14,4% y bebidas sin alcohol 12,4%
Para el analista, “uno de los mitos que se derrumbó el año pasado es que la gente desplazó sus compras al canal mayorista, algo que no se puede corroborar ya que todos los canales de comercialización registraron la retracción en sus ventas, quizás a excepción de las ferias barriales”.