En noviembre, el consumo en supermercados y otros puntos de venta del sector minorista cayó un 10,1% respecto del mismo mes del año pasado. Un bolsillo cada vez más exigido y menos oportunidad de extender el presupuesto con las tarjetas resultaron en una combinación fatal.
El último estudio realizado por Focus Market indicó un recorte fuerte en el consumo minorista –alimentos, bebidas, cuidado personal y limpieza–, por fuera de lo que venía siendo una caída sostenida de entre 3% y 5% en el sector a lo largo del año. El dato está en línea con otros informes desde el sector privado para el mes de noviembre. Por ejemplo, un reporte de CAME reflejó una baja del 15,6% en las ventas minoristas (además incluye otros rubros como ferretería, electrónica, joyería y otros).
“En definitiva se terminó llegando al piso de la pérdida de poder adquisitivo que se observaba durante el año”, dijo Damián Di Pace, director de Focus Market. El analista económico consideró que el punto de quiebre que se vio en noviembre fue potenciado por “consumidores argentinos que se quedaron sin oxígeno: ya no pueden usar la tarjeta de crédito para financiar gasto y en el grueso de los casos no recibieron pagos de acuerdos paritarios”.
Fuente: Infobae.