Las autoridades helvéticas indicaron que se prevé su extradición a Estados Unidos, donde una fiscalía de Nueva York los investiga por haber aceptado sobornos y comisiones desde principios de los años noventa hasta la actualidad.
Los detenidos participaban en Zúrich en una serie de actividades en la sede mundial de la FIFA, como antesala del Congreso de esta organización, que debe elegir este viernes a su presidente para los próximos cuatro años.
La reelección para un quinto mandato del suizo Joseph Blatter, se daba prácticamente por descontada pero los hechos ocurridos cambian la situación.
Los agentes a cargo de la detención de los funcionarios de FIFA pertenecen al cuerpo de la Policía Cantonal de Zúrich y llegaron de madrugada y vestidos de civil al lujoso hotel y, tras presentar las órdenes judiciales, recibieron las llaves de las habitaciones respectivas.
El arresto transcurrió pacíficamente y los seis miembros de la FIFA serán escuchados hoy mismo por la policía.
Se los acusa de estar involucrados en un esquema de corrupción mediante el cual “delegados de la FIFA y otros de organizaciones dependientes recibieron sobornos y comisiones -de representantes de medios y firmas de promoción deportivas- por más de cien millones de dólares”, según el Ministerio suizo, citado por EFE.
A cambio, los que ofrecían los pagos “recibían derechos mediáticos, de publicidad y auspicio en conexión con torneos de fútbol en América Latina”.
De acuerdo al pedido de detención de Estados Unidos, esos delitos fueron preparados y acordados en ese país, mientras que los pagos se realizaron mediante bancos también estadounidenses.
El acuerdo para realizar esta operación, así como sus preparativos, se efectuaron en Estados Unidos, argumentan.
El Ministerio suizo de Justicia y Policía indicó que se aplicará un procedimiento simplificado para los que estén de acuerdo con su extradición, en cuyo caso las autoridades suizas la aprobarán de inmediato.
Si los implicados se oponen, entonces se pedirá a Estados Unidos que presente una petición formal de extradición en un plazo de 40 días, como lo requiere el tratado bilateral en esta materia.
Se espera que la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, y el director del FBI, James Comey, den hoy una conferencia de prensa en Nueva York para explicar los detalles de la acusación.