Con un total de 13 aumentos en lo que va del año, los precios de los combustibles aumentaron un 64,75% en promedio, 40 puntos porcentuales por encima de la inflación, que lleva un acumulado de 24,3% en lo que va del año. Sin embargo, a pesar de las subas, las previsiones del sector son que haya más actualizaciones en los meses que restan para cerrar el año.
“De acuerdo a nuestro sistema estadístico, estaría faltando un aumento de un 10% para estar en un contexto internacional equilibrado. Y a eso le tenemos que sumar que en diciembre aumentan los impuestos que se aplican a los combustibles en base al Índice de Precios al Consumidor”, explicó Gabriel Bornoroni, presidente de Fecac, la federación que agrupa a los dueños de estaciones de servicios de la zona centro del país.
En diciembre aumentan los impuestos que se aplican a los combustibles en base al Índice de Precios al Consumidor
¿Cómo se forman los precios de los combustibles? Luego de los cambios aplicados por el ex ministro de Energía Juan José Aranguren, que liberó los precios de los combustibles en octubre de 2017, el precio local de la nafta y el gasoil depende de factores como el precio del dólar, del barril internacional del petróleo Brent y de los biocombustibles. A lo que se suman el Impuesto a los combustibles líquidos, que se actualiza al final de cada trimestre en base el Índice de Precios al Consumidor informado por el Indec.
La próxima actualización de este impuesto impactará en los precios de los combustibles en diciembre, con un porcentaje superior a los trimestres anteriores, por la aceleración de la inflación en los últimos meses del año. “El último aumento fue 2,5%, pero ahora será mucho mayor. Las petroleras quieren llegar a un punto de equilibrio que sea razonable para la exploración y explotación. Ya llegamos a la autosustentabilidad del gas y se quiere llegar a lo mismo para el petróleo. Pero si el Gobierno interviene seguramente va a haber desinversión“, argumentó Bornoroni.
Las petroleras argumentan que todavía existe un desfasaje en los precios de la nafta súper y el gasoil común (los productos premium están en un nivel más equilibrado). “Hay que ver de acá a fin de año si las variables siguen en estos niveles. El incremento del combustible no tiene una relación directa con la inflación, son otros componentes los que lo mueven. En enero el barril de crudo estaba en $1.300 y hoy está en $3.400″, señaló Carlos Gold, presidente de Cecha, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos, en declaraciones a AM 530.
Desde la secretaría de Energía adelantaron que podría implementar un índice de “precios de referencia” para los combustibles, pero solo con fines orientativos y que se publicaría en su página oficial. “Sería bueno estipular precios indicativos, pero nosotros no somos los que formamos el precio, dependemos de los costos que nos imponen las compañías petroleras”, explicó Gold.
El incremento del combustible no tiene una relación directa con la inflación, son otros componentes los que lo mueven
A pesar de los aumentos, los niveles de venta de combustibles no cayeron significativamente. Según datos de Fecac, durante agosto de 2018, el volumen total de ventas al público de combustibles líquidos en estaciones de servicio disminuyó un 0,5% en comparación con agosto de 2017. Pero en el caso de las naftas hubo un aumento del 1,8%, mientras que el gasoil tuvo una disminución del 3,5 por ciento.
“Cayó el diésel, que es un producto que se usa para la producción y la nafta aumentó. Pero teniendo en cuenta que el parque automotor ha aumentado, hay una caída“, estimó el presidente de Fecac. Además, señaló que los dueños de estaciones de servicio se ven perjudicados con los aumentos y, sobre todo, con los pagos con tarjetas de crédito.
“Queremos precios razonables y competitivos. Estamos vendiendo casi el 50% con tarjeta de crédito, que nos pagan a 28 días mientras que nosotros pagamos antes de que llegue el camión a la estación. En esos 28 días, en un mes donde hubo tres aumentos, lo que vendimos con tarjeta de crédito fue a pérdida”, agregó Bornoroni.