La obra -que se encuentra en su etapa final de consultoría- se combinará con el proyecto de generar electricidad a boca de pozo utilizando el remanente de gas que se extraiga de los yacimientos Vega Pléyade y Carina, situados frente a la costa de la provincia insular.
El gas que ya no pueda inyectarse en los gasoductos por cuestiones de capacidad de transporte, se usará para “darle un valor agregado y generar energía eléctrica para el mercado nacional”, dijo tiempo atrás la gobernadora Fabiana Ríos.
En esa oportunidad, la mandataria provincial subrayó la “voluntad política del Gobierno Nacional” para encarar un proyecto “de magnitud en términos de ingeniería y de desarrollo tecnológico, que no tiene igual en la Argentina y de los que existen pocos antecedentes en el mundo”, observó.
Ríos también destacó que la obra producirá un cambio “en la matriz económica” de la provincia, ya que la comercialización de megavatios en el mercado eléctrico nacional derivará en “recursos genuinos” para el distrito.
El electroducto ya figura “entre las grandes obras del país que se financiará a través del Comité de Asistencia Financiera (COE). La decisión política del Gobierno Nacional es hacer la obra, porque sería la forma de culminar el Plan Federal 1 y 2 con un interconectado eléctrico global que abarque todo el país”, explicó a Télam Juan Carlos Saldivia, presidente de la Dirección Provincial de Energía (DPE).
Saldivia detalló que las tareas de consultoría se encuentran en la etapa final y que incluso ya se hicieron trabajos exploratorios desde Río Gallegos, en Santa Cruz, hasta Ushuaia, en Tierra del Fuego.
“De la consultoría surgirá el proyecto definitivo, con la traza y la determinación de valores y materiales, pero también el pliego para convocar a una licitación que incluirá un plazo de obra de unos 90 días”, anticipó el funcionario fueguino.
La dimensión del proyecto también puede medirse por la potencia de energía que se transmitirá por el electroducto: serán entre “600 y 700 megavatios”, equivalentes a diez veces el consumo de energía eléctrica de todas las ciudades fueguinas en horario pico, describieron las autoridades.
La electricidad se generará en plantas a boca de pozo en la isla y llegará hasta una línea de alta tensión situada 20 kilómetros al sur de Río Gallegos, que ya forma parte del interconectado nacional, explicaron los funcionarios fueguinos.
“No hay muchos antecedentes de proyectos así. En Finlandia se está construyendo una obra similar. Imagínese que para instalar el electroducto hace falta la asistencia constante de un barco que sólo pueden proveer dos o tres empresas en el mundo”, detalló Saldivia.
Una vez que Tierra del Fuego ingrese al mercado eléctrico nacional, podrá desarrollar otros proyectos, como el de un parque de energía eólica en Río Grande, que ya está siendo analizado y de esta forma sumar más megavatios al interconectado, según indicaron desde el gobierno fueguino.
Una segunda etapa de la iniciativa incluirá interconectar el norte con el sur de la isla, ya que Ushuaia genera hasta el momento su propia electricidad y con ello consume entre el 25 y el 30 % del gas que le llega desde la zona norte, lo que impide el tendido de nuevas redes domiciliarias y un mayor desarrollo industrial.
El superávit gasífero en Tierra del Fuego se producirá en los próximos meses, a partir de la decisión del consorcio integrado por las empresas Total, Whintershall y Panamerican Energy de explotar el yacimiento Vega Pléyade y ampliar la producción en Carina, a través de una inversión cercana a los 1000 millones de dólares.
Vega Pléyade se encuentra a 25 unos kilómetros de la costa fueguina y su jurisdicción es compartida entre Tierra del Fuego y la Nación.
Para su explotación se instará una plataforma y una línea de producción de 77 kilómetros (72 submarinos y 5 en tierra) entre el pozo y las instalaciones que la empresa tiene en la zona de Cullen y de Cañadón Alfa, en el norte provincial.
El vicegobernador fueguino, Roberto Crocianelli, ratificó que el gas remanente de ese proyecto es el que sirvió de base para la idea del electroducto submarino que “se convertirá en una insignia de todo el sistema eléctrico nacional”, pronosticó el funcionario.