La economía argentina es una de las que menos apertura comercial ostenta en América Latina, al comparar el intercambio de bienes con el exterior respecto de su PBI.
Lejos de la “lluvia” de importaciones que muchos auguraban en 2016 y 2017, cuando en la Argentina se extendía el atraso del tipo de cambio y se ampliaba el déficit comercial, la realidad es que, al analizar el volumen del comercio exterior local respecto del tamaño de su economía, la penetración argentina es poco relevante.
La importación de bienes y servicios de la Argentina representa apenas el 13,8% del PBI, según datos del Banco Mundial, actualizados hasta 2017, por unos USD 87.931,9 millones.En la comparación regional, solo Brasil tiene una participación menor que la Argentina en cuanto a las importaciones de bienes y servicios (11,6%).
El contraste es notorio con otras economías de la región, con mucha mayor apertura. EnParaguay las importaciones de bienes y servicios representaron el año pasado el 42,8% del PBI. Le siguen México (39,7%), Bolivia (31,8%), Chile (27%), Perú (22,6%), Colombia (20,1%) y Uruguay (18,4%).
En 2018, con una recesión en curso y una suba del dólar en torno al 100 por ciento es probable que la baja tasa de importaciones se profundice, pues los años de mayor superávit comercial que atravesó la Argentina coincidieron con etapas de contracción(2002 y 2009) y una caída de las importaciones mayor a la de las exportaciones.
“Cuando vamos a períodos donde era al revés que ahora y tenías un superávit comercial fenomenal, como en 2002, hubo superávit record y una pobreza que llegó a 57%, con caída del PBI de 10%. En definitiva tras la devaluación llevó el uno a uno a 4 a 1 (pesos por dólar), tuviste superávit comercial récord en el peor contexto económico”, expresó el consultor económico Manuel Adorni.
“Ningún dato en la historia respalda que para que un país sea exitoso debe tener un superávit comercial de USD 10.000 millones. Es una idea mercantilista ver los dólares que entran y salen, porque yo puedo tener en mi bolsillo más dólares que mi vecino, pero hay que ver qué auto o qué casa tiene para ver quién es más rico”, agregó, en diálogo con Infobae.
En el caso argentino, las importaciones desde Brasil son las más relevantes: un tercio de los bienes que ingresan a la Argentina provienen del país vecino, y de éstos, la mitad (un 48%) son automóviles terminados o piezas e insumos para la industria automotriz local.
Fuente: CAMBRAS, en base a INDEC
La Cámara de Comercio Argentino Brasileña de la República Argentina (CAMBRAS) precisó que entre enero y julio de 2018, las importaciones provenientes fueron lideradas por bienes intermedios (29,2% del total), con un avance del 15% respecto del año pasado.
“Luego, con un 26,8% se ubican los vehículos automotores de pasajeros, que mostraron un crecimiento del 5% respecto a igual período del año previo. En tercer lugar, con una participación del 20,4% se encuentran los bienes de capital, que mostraron una caída del 6%. Los bienes bajo la clasificación de piezas y accesorios para bienes de capital se encuentran con una participación del 14,9% donde el monto en dólares importado creció el 5%”, apuntó CAMBRAS.
“La categorización de bienes de consumo, con una participación estable del 7,5%, creció 14%; mientras que la categoría combustibles y lubricantes, con una participación del 1,3%, creció un 32%”, acotó el estudio de la cámara de comercio.
Que las importaciones superen a las exportaciones es normal en períodos de generación de riqueza (Adorni)
Manuel Adorni apuntó que “Argentina en tecnología o infraestructura tiene un atraso de 20 años: la sustitución de importaciones no ha servido, y bienes de capital duro y tecnología hay que importar. Que las importaciones superen a las exportaciones es normal en períodos de crecimiento y generación de riqueza: con el tiempo va a dar beneficio”.
“Queremos ser un país industrial cuando somos un país agroexportador y la industria aporta solo 12% del PBI, con productos caros, atraso tecnológico y pidiendo devaluación. Dedicate a hacer lo que podés y lo que sabés, y en ese caso el campo representa casi la mitad de las exportaciones y es muy competitivo”, recalcó el economista.
En el caso de las importaciones argentinas están concentradas en pocos mercados: entre Brasil, China y los EEUU proveen el 70% de los bienes adquiridos por la Argentina en el exterior.
Fuente: CAMBRAS, en base a INDEC
Cuando se analizan las exportaciones, la conclusión es similar. Un estudio de la Consultora DNI detectó que Argentina tiene la tasa de crecimiento de exportaciones más baja de la región: mientras que México y Brasil se destacan como los máximos exportadores de América Latina, Chile se consolida en el tercer lugar y desplaza a la Argentina.
Según la consultora que dirige Marcelo Elizondo, las exportaciones argentinasrepresentaron en 2017 poco más del 10% del PBI, la tasa más baja de la región, incluso inferior a la de Brasil (12%) y Colombia (13,4%), otras grandes economías del continente. Contrasta con estas cifras el desempeño exportador de México (38,3% del PBI) y Chile (28,5%).
“En realidad el problema es tener una balanza de pagos en la que faltan USD 30.000 millones todos los años, en tal caso el déficit comercial sería un tercio del problema. Pero tenés casos como el de Singapur, que importa por el 150% de su PBI; son países realmente del primer mundo y sus habitantes son extremadamente ricos”, evaluó Manuel Adorni.
El economista puntualizó que “el tipo de cambio tiene que tender a un equilibrio. El problema del atraso cambiario es que es políticamente es muy beneficioso, pero desde la economía tenés el resultado en 30% de la población en la pobreza. Y es importante que el Estado de garantías para que los USD 400.000 millones que los argentinos tienen en el exterior vuelvan al país, es casi un PBI que está paralizado por la desconfianza”.
Fuente: Infobae.