La negociación paritaria del gremio de Comercio, la más numerosa del sector privado en el país, quedaron estancadas por diferencias entre el gremio y las cámaras acerca de la modalidad de pago del 27% de aumento y los meses fijados para las sumas fijas.
Tras dos horas de reunión, no se pudo llegar a un acuerdo dado que la patronal propuso que las cuotas fueran de 15% en abril y 12 en noviembre, en tanto la sindical sostuvo 17 y 10%, respectivamente, en tanto las cámaras pretenden que el segundo pago de suma fija de $1.524 fuera en diciembre y no en setiembre, como reclamó el gremio.
Pero el principal obstáculo fue un reclamo del sindicato de Armando Cavalieri para consagrar un aporte compulsivo de los trabajadores de manera mensual en favor de la obra social de la organización (OSECAC).
Los empresarios salieron en defensa de sus empleados ante el reclamo de un descuento obligatorio de $100 mensuales.
El argumento en la Cámara de Comercio (CAC) y en la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) es que aunque no resulten los empleadores directamente perjudicados por ese ítem, los asalariados terminan por descargar en ellos las quejas por la retención.
Cavalieri ya había incluido en otras negociaciones paritarias un descuento compulsivo con destino a su obra social. Pero se trataba de retenciones ligadas a la mejora salarial obtenida en la discusión, y que se practicaba sobre todos los trabajadores comprendidos en el convenio colectivo de trabajo por un mes o a lo sumo el primer bimestre de aplicación de la nueva escala de ingresos.
De esta manera, el Gobierno nacional se topó con un revés ya que no se pudo cerrar la paritaria de comercio, clave para avanzar en otras similares como la de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), del titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, y la de Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), de Gerardo Martínez.