Un hocico y dos ojitos negros surgen del agujero, demasiado tarde: una bota pisa el hoyo, y su dueño rellenará pronto el orificio con hielo seco, la nueva arma letal contra las ratas de los servicios sanitarios de Nueva York.
El equipo de Rick Simeone, director del servicio antiplagas de la ciudad, trabaja en el parque Sara D.
Roosevelt, en el barrio del Lower East Side, uno de los más antiguos de Manhattan.
La víspera, pasaron más de tres horas examinando todas las entradas de madrigueras, 67 en total.
Avanzan madriguera por madriguera, colocando en cada una pequeñas piedritas de hielo seco (llamado también nieve carbónica), que es en realidad gas carbónico congelado, en forma sólida.
A temperatura ambiente, el dióxido de carbono retomará su forma gaseosa y asfixiará a las ratas, que en general duermen de día.
Esta arma extermina en promedio entre el 90 y el 100% de los roedores.
“Es una revolución para los parques y los espacios verdes”, afirma Simeone, cuyo servicio, que comprende unas 160 personas, depende del departamento municipal de salud.
Fuente: Noticias Argentinas.