Luego del desafortunado episodio que tuvo lugar en el carrito de comidas rápidas ubicado en Dasso y Cabral, Yésica Alanis, la protagonista de la historia, le contó a IngenieroWhite.Com cómo se originó el accidente y las secuelas que le provocó el fuego.
“Todo empezó por cambiar la garrafa. Yo no sabía cómo hacerlo y la cambié de corajuda. Mi jefe, por mensaje, me dijo que pruebe si perdía gas y cuando acerqué el encendedor empezó a salir fuego”, señaló Yésica.
“El fuego me agarró la cara, la ropa, el ojo y una mano. Encima de la desesperación quise agarrar la mochila y volví a entrar”, señaló.
“Enseguida mi cuñado me llevó al hospital, donde me dieron una semana de reposo y tranquilizantes; lloro, me tiembla el cuerpo. Estoy viva de milagro y me da mucha impotencia ver lo que pasó”, concluyó Yésica, vecina del barrio Boulevard y mamá de tres chicos de 11, 5 y 3 años.