No hay industria sus- tentable que no tenga como prioridad el cui- dado del medio am- biente”.
Con esa afirmación, el in-geniero Juan Racosta, director Industrial de Unipar Indupa, se refirió a la importancia que le otorga la empresa, de capitales brasileños que hace un poco más de un año adquirió el control accionario de lo que era Solvay Indupa.
“Unipar es una empresa que cuenta con una trayectoria muy virtuosa en materia de medio ambiente, pionera en la industria petroquímica brasileña. Qué estos objetivos hayan sido bajados a nuestro país es muy alentador”, agregó Racosta.
El ingeniero remarcó las inversiones y los proyectos que se pusieron en marcha.
“Tenemos el foco permanente en la mejora y en recurrir a las nuevas tecnologías disponibles para el cuidado del ambiente. El desarrollo tecnológico no para y requiere que realicemos inversiones permanentemente. Las exigencias son cada vez más importantes y en el contexto del desarrollo sustentable, para nosotros, la protección del medio ambiente tiene la prioridad número uno, en igual posición que la seguridad laboral de los trabajadores”.
En ese tren, valoró la importancia del polo radicado en Ingeniero White.
“La industria que conforma el polo petroquímico de Bahía Blanca es de primer nivel mundial en términos de desarrollo tecnológico, medidas de seguridad, controles y recurso humano. Permanentemente estamos generando proyectos para mantenernos en ese status”.
Racosta señaló que los organismos de control contribuyen para la seguridad medioambiental, aunque remarcó que las propias empresas cuentan con sus políticas internas, incluso, con estándares superiores a los exigidos por las leyes
“Las autoridades cumplen con su rol. El polo petroquímico y la industria de Bahía Blanca tiene un controlador muy severo y muy preparado como es el Comité Técnico Ejecutivo, el OPDS y el AdA entre otros. En la actualidad ninguna industria -de cualquier rubro- puede existir como tal sino tiene la protección del medio ambiente como uno de sus objetivos primordiales. La gran mayoría de las empresas del polo petroquímico tienen sus estándares internacionales propios, que son más exigentes que la legislación local o nacional”.
Tras ello, el Director Industrial puso en manifiesto un proyecto muy ambicioso que ya está en marcha en Unipar.
“Estamos embarcados en varios proyectos que van en esta línea. Por ejemplo, estamos desarrollando uno de economía de agua. Sabemos de los problemas de abastecimiento que tuvo en su momento la ciudad y queremos aportar en ese tema haciendo un uso muy responsable del cuidado del agua. Para ello implementamos medidas de reuso de agua y el reaprovechamientos de corrientes internas de proceso, con el foco puesto en reducir el consumo; algo que con esta política lograríamos bajar un 50 por ciento, el cual es un porcentaje muy significativo”.
–¿En qué consiste?
–En reusar el efluente líquido de fábrica para retratarla, reprocesarla y transformarla en apta para ser utilizada en otro proceso industrial. Es un programa muy ambicioso. A la par de ese, tenemos otros orientados a optimizar el consumo de energía, ya sea electricidad o gas.
–Del pasado al presente ¿ha cambiado la política medioambiental?
–Hay proyectos que se continúan en el tiempo, otros nuevos que se imple- mentaron y algunos hasta se intensificaron. Con la llegada de un nuevo controlador siempre hay cambios y nuevas expectativas. Nuestra cultura anterior ya era de primer nivel mundial y con Unipar intentamos robustecerla.
“En Brasil se trabaja en términos virtuosos en la relación con el medio ambiente. Incluso, la fábrica de Unipar está localizada al lado de un área natural protegida por la autoridad ambiental de ese país. Y nunca ha habido un problema. Eso demuestra que este tema lo tiene muy arraigado”.
Unipar ha sido reconocida mundialmente por un programa, que tiene implementado desde hace más de 30 años, llamado “Fábrica Abierta”.
“Es un programa modelo en relacionamiento con la comunidad. Se trata de que cualquier ciudadano pueda ingresar a la empresa y conocer nuestro proceso productivo. El contacto es directo, rápido e individual. Permite que el visitante tenga contacto con el personal disponible y pueda adentrarse en las instalaciones para informarse acabadamente de los procesos. Lo implementaremos para la segunda mitad de este año y en las próximas semanas daremos a conocer los mecanismos para que la gente pueda visitarnos en el momento que desee”.
“La idea es demostrar con hechos que trabajamos de forma transparente, sustentable y segura. Estamos convencidos de que trabajamos con la responsabilidad y el foco puesto permanentemente en mejorar la protección del medio ambiente y la seguridad laboral de los empleados”.
Y amplió: “Quizás sea este el cambio más notorio de una empresa a otra. Unipar tiene la decisión de abrir las puertas de su fábrica de par en par. Para ellos es una política de trabajo habitual, que ya tiene implementada en Brasil y la quieren implementar ahora en Bahía. Es una impronta nueva y nove- dosa en el sector”.
–¿El contacto directo con la gente es clave?
–-Es absolutamente necesario, porque elimina sospechas, suspicacias, malentendidos y derriba mitos y paradigmas del pasado.
Fotografía: Pablo Presti para La Nueva.com