Con la decisión de un nuevo paro general ya tomada, la conducción de la CGT arrancará hoy un raid de encuentros que se extenderán durante los próximos días en su objetivo de articular un consenso político sólido y contundentes para convocar la medida de fuerza en la última semana de junio.
Ya hay algunas fechas concretas para la tercera huelga general contra la administración de Mauricio Macri: será entre el martes 26 de junio, el mismo día en que el seleccionado argentino disputará
el tercer partido de su grupo en el Mundial, y el viernes 29, el último día hábil del mes. Esa definición podría llegar este miércoles durante la reunión de la denominada mesa chica de la central, aunque desde la cúpula cegetista advierten que recién se oficializará una vez que el Gobierno anuncie el acuerdo con el FMI.
En el mientras tanto, la dirigencia de la CGT se concentrará en la tarea de sumar voluntades del campo político y social en apoyo a la medida de fuerza. Para ello hoy se reunirá con un grupo de representantes de pymes industriales, con quien la entidad comparte la preocupación por el deterioro de la producción local y el incremento de las importaciones.
El plato fuerte, en tanto, llegará mañana con la concreción del postergado encuentro con el bloque de senadores del PJ que comanda Miguel Pichetto. Allí, además de expresar el pleno respaldo sindical a los senadores que avalaron la ley para limitar la suba de tarifas alentada pese a que fue vetada por Macri, la conducción cegetista buscará consensuar una estrategia unificada para frenar el avance de los proyectos de reforma laboral enviados por el Gobierno a la Cámara alta. “Pichetto ya definió que el
bloque acatará la posición de la CGT y nosotros expresamos el absoluto rechazo a la reforma del Ejecutivo”, remarcó un importante gremialista.
Tras haber acompañado el viernes la Marcha Federal convocada por las organizaciones sociales, los triunviros Héctor Daer y Juan Carlos Schmid encabezarán la reunión de mesa chica del miércoles, en la que intentarán consensuar con todos los sectores de poder de la central el llamado a un nuevo paro general. Allí, una de las claves estará dada por la posición que asuman los dirigentes de los principales gremios del transporte público, Roberto Fernández (UTA) y Omar Maturano (La
Fraternidad), que hasta ahora han mantenido silencio so respecto a la medida de fuerza.
“Antes de hablar de fechas primero hay que cerrar el paro con todos”, comentó otro dirigente. Si finalmente se alcanza ese consenso, la próxima semana se reunirá el consejo directivo para anunciar la protesta.
Desde la cúpula gremial ponen en duda que dentro de ese plazo pueda activarse algún canal de diálogo con la Casa Rosada.
Entienden que cerca de Macri “no hay voluntad” de ofrecer gestos concretos para descomprimir el malestar sindical por diversas medidas del Ejecutivo. “No van a llamarnos porque no tienen nada para ofrecer”, aseguran, conscientes de que los tiempos del diálogo parecen haberse agotado.
Fuente: El Cronista