Durante la prospección que acaba de finalizar se analizaron tres subáreas en aguas nacionales dentro de la Veda de Merluza, observándose en dos de ellas una importante concentración de langostino que permitió la inmediata apertura por parte de la autoridad de aplicación, mientras que en la tercera subárea la presencia de merluza en las capturas dio lugar al cierre, algo que comúnmente ocurría al inicio de la temporada hasta el año 2013.
Varios armadores consultados confirmaron la abundancia en la zona de pesca. En la subárea uno, ubicada entre el paralelo 45º S y 45º 40’ S, los rendimientos fueron mayores a los alcanzados en el año pasado; los lances de no más de treinta minutos y en muchos casos con una sola red, animaron a la tripulación.
En la subárea dos, entre el paralelo 45º 40’S y 46ºS, los pescadores también terminaron la marea conformes. Si bien no llegaron a los niveles de sus vecinos, manejaron un promedio de 14 toneladas por hora y prácticamente todos lograron completar, en algunos casos 18 toneladas diarias, mientras que otros llegaron a 12 toneladas, cumpliendo con las limitaciones de manejo impuestas.
Mientras muchos festejan que 2018 parece que será un año próspero y planifican estrategias para ganar mercados, mantener el precio y mejorar la calidad; otros hacen una exhibición de pesca irresponsable y comienzan a tejer vínculos que faciliten la evasión fiscal.
Durante el día de ayer circuló un video que sirve como muestra de la forma de trabajar que tienen algunos armadores de la flota fresquera marplatense. El barco que, a juzgar por el audio del video en cuestión, sería el Don Gaetano de Francisco Romano, es una muestra irrefutable del desprecio por la calidad con la que opera esa flota.
“A mí no me va a decir el Consejo Pesquero ni Bosch cómo tengo que pescar, qué saben ellos cómo tengo que traer el pescado, ésa es cuestión de los industriales y los industriales que compran el pescado nunca nos dijeron nada y entonces suponemos que quieren sacarnos de la pesca del langostino y para eso idearon este plan de manejo que es una vergüenza”, le dijo Romano a un sitio patagónico (Mar y Pesca).
Algo similar ocurre con la evasión fiscal, en la facturación del producto a plantas de procesamiento a un precio inferior al real. Según aseguraron fuentes que prefieren por el momento mantenerse en reserva, algunos fresqueros de Mar del Plata estarían vendiendo a plantas de Chubut, el kilo de langostino a 2 dólares como lo hace el resto, pero estarían facturando solo 1,40 dólares, generando una competencia desleal con quienes trabajan en blanco.
Los controles en el agua y en tierra deberán estar a la altura de las circunstancias, ya que de nada sirven las nuevas medidas de manejo si nadie las hace cumplir. Los cajones de 15 kilos sin control de descarga en el Puerto de Camarones no los cumplirá nadie si no existe una fiscalización eficiente; la evasión fiscal sin cruzamiento de información entre distintos entes del Estado seguirá funcionando de forma cada vez más aceitada y las imágenes como estas se repetirán de aquí a noviembre si los fresqueros no suben observadores del INIDEP.
La temporada comenzó de la mejor manera, esperemos que a la brevedad las autoridades de la Subsecretaría de Pesca actúen para evitar las irregularidades, empezando por sacar al José Américo de la zona de pesca de langostino, porque la ley es pareja para todos o no habrá forma de que alguien la respete.
Fuente: Revista Puerto