Los mismos, indican que del 23,4 % registrado en el segundo semestre de 2016 a disminuido al 14,3 % en el mismo lapso en 2017. En tanto, a nivel nacional se situó en el segundo semestre de 2017 en 25,7%, 4,6 puntos porcentuales por debajo de la muestra en igual período de 2016.
El funcionario, consideró que “si bien los números confirman que hay una baja, el análisis debe ser más profundo. Lo importante es que en los últimos cuatro semestres se puede establecer una merma en el índice, lo que permite afirmar que gente que pudo salir no cayó nuevamente debajo de la línea de pobreza”.
Señaló también que “muchos vecinos bahienses necesitan emerger de esa línea y es nuestra función redoblar la apuesta y pensar en proyectos a largo plazo”.
Caspe remarcó que “estos números nos permiten discutir programas, propuestas y entender si las políticas van funcionando o si se deben perfeccionar”.
Agregó que “la pobreza puede existir en cualquier sector del distrito; nosotros en los puntos que detectamos indigencia implementamos las políticas más fuertes, atendiendo al vecino día a día y cara a cara para saber su realidad”.
“Estos datos son un aliciente para el personal que trabaja día a día en esta problemática; nosotros, como funcionarios, debemos seguir buscando soluciones para optimizar la calidad de vida”, puntualizó el subsecretario comunal.
El INDEC calcula la tasa de pobreza e indigencia para 31 aglomerados urbanos (entre ellos Bahía Blanca-General Cerri). Se considera pobre a una persona que no reúne ingresos suficientes para acceder a una Canasta Básica Total, y se clasifica como pobre-indigente a quien no accede a una Canasta Básica Alimentaria.