Florianópolis, la isla de la magia. Un lugar donde es igual de fácil escuchar un “che” que un “oi”, un lugar al que a partir de ahora también habrá que ir vacunado contra la fiebre amarilla. Así lo determinó el Ministerio de Salud de la Nación, que recomendó que los argentinos que viajen al estado de Santa Catarina, y también a los de Paraná y Río Grande do Sul, se inmunicen contra esta enfermedad.
De esta manera, ya son ocho los estados brasileños donde desde Argentina recomiendan vacunarse: Río de Janeiro, Minas Gerais, San Pablo, Espíritu Santo, Bahía (que ya estaban en la lista de riesgo desde antes), Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul. Sin embargo, desde el propio gobierno de Brasil hace dos días declararon a “todo el territorio brasileño como área de recomendación de vacuna contra la fiebre amarilla”.
En el comunicado del Ministerio de Salud local, se hace foco en un sitio en particular. Las autoridades sugieren que dada la situación epidemiológica actual, se evite el destino de Ilha Grande. Es que seis de los siete casos de argentinos que padecieron la enfermedad visitaron el lugar: allí estuvieron uno de los hombres que murió y el joven de 24 años que debió recibir un trasplante. En ninguno de los casos se habían vacunado.
Las únicas regiones que por el momento parecen a salvo de la contaminación con el virus están en el norte y el nordeste: Amapá, Roraima, Maranhao, Ceará y Río Grande del Norte. Estas dos últimas provincias brasileñas poseen playas que suelen ser visitadas por turistas extranjeros y argentinos: las próximas a Natal y las de Fortaleza.
En total, según el Ministerio de Salud brasileño, entre el 1º de julio de 2017 y el 13 de marzo último se confirmaron 920 casos en todo el país y, de ellos, 300 fueron mortales. Además hay, en la actualidad, 769 personas sospechadas de haber contraído la fiebre amarilla.
Desde la cartera de Salud informaron que para quienes presenten alguna contraindicación de recibir la vacuna, se recomienda evitar el viaje a los estados con circulación viral activa. En el caso de los mayores de 60, la recomendación principal es la de no viajar o posponer el viaje.
Fuente: Clarín