El PAMI y los laboratorios entraron en la fase final de negociaciones por los precios de los medicamentos con fuertes diferencias. Las empresas farmacéuticas de origen nacional no aceptan algunas posturas anunciadas por la obra social de los jubilados. El PAMI quiere rebajas de precios del 5% de todos los medicamentos con respecto a los importes “ponderados” de diciembre de 2017, mientras que los laboratorios quieren tomar a febrero de 2018 como referencia sobre la que harán las rebajas.
Pero el Gobierno cree que existe una fisura entre los laboratorios argentinos -encabezados por la cámara Cilfa- y los extranjeros, representados por Caeme. Entre estos últimos, habría adhesión a la propuesta oficial, según comentan en el sector.
Los extranjeros tuvieron mayor participación en la licitación de remedios para hemofílicos que realizaron el ministerio de Salud, PAMI y la obra social bonaerense IOMA, según fuentes oficiales. Además, Caeme todavía no manifestó oficialmente su posición.
Pami destina más de $ 33.000 millones anuales a la compra de medicamentos. Es el comprador del 40% de los remedios que circulan en el país. Desde ese lugar, pretende imponer las condiciones ante laboratorios, a los que atribuyen márgenes excesivos. “Hay un producto que al PAMI se lo cobran varias veces más caros que a las prepagas como OSDE”, rezongan con ironía desde despachos oficiales.
La cámara nacional Cilfa ya le comunicó a PAMI que objeta el convenio que debería regir desde el 1° de abril. La obra social quería descuentos del 5% con respecto a los “ponderados” (una suerte de promedios, aunque no lo son exactamente) de los importes de diciembre. Cilfa le respondió que puede hacerlo con respecto a valores vigentes al 28 de febrero. Allí hay un desacuerdo.
El jueves al mediodía habrá nuevas reuniones. En el Gobierno creen que acordarán con Caeme, aunque todavía no hay nada firmado.
Hay otro escollo que se interpone en la negociación. Los laboratorios nacionales (Cilfa) le ofrece descuentos especiales a PAMI “para compensar aumentos de precios que superen el 70% de la inflación”, lo que sería una suerte de tratamiento de las empresas a la obra social de los jubilados. Pero se niegan a establecer “topes” de precios, que fue una exigencia del PAMI. En Cilfa hablan de “cláusulas con precios máximos, que se encuentra reñida con el regimen constitucional vigente en nuestro país”.
El principal “halcón” en la negociación con los laboratorios es el presidente Mauricio Macri. En conversaciones privadas, le hizo saber a empresarios nacionales del sector que estaba en desacuerdo con sus prácticas comerciales.
El temor de los laboratorios nacionales es que los “topes” establecidos por PAMI se extiendan a las otras obras sociales, desde la bonaerense IOMA hasta las prepagas (OSDE, Swiss Medical, Medicus). Que un “vademecum” hecho solo para los jubilados termine siendo la nueva referencia de los descuentos para el sistema de salud.
Fuente: Clarin