Los periódicos aumentos en el precio de las naftas abrieron la puerta al renacer de una vieja tradición argentina: el uso del Gas Natural Comprimido (GNC) en los autos. Desde mediados de 2017 el sector revirtió la crisis que atravesó en los primeros meses de la gestión del Gobierno de Mauricio Macri por el aumento en el gas y, desde entonces, las conversiones a GNC vienen creciendo a buen ritmo.
De acuerdo con datos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), los vehículos convertidos a GNC en enero fueron 9812 en todo el país, con un crecimiento interanual de 27,4%. Febrero, con números parciales porque no terminó el mes, va camino por lo menos a empardar la cifra del mismo mes de 2017.
El promedio de conversiones en la primera mitad del año anterior fue de 6927 mensuales (con caída respecto a 2016), mientras en el segundo semestre trepó a 8651 por mes (en aumento). Las voces del sector identificaron que las subas en las naftas en los últimos 4 meses aumentaron un 26% impulso el nuevo posicionamiento del GNC, cuyo precio en los surtidores es históricamente un 50% más barato que los combustibles líquidos.
Para quienes se atreven a ser gasoleros, la opción es muy económica. En algunas zonas del país, el GNC cuesta entre un 35% y un 40% en relación a la nafta. Un metro cúbico (m3) de GNC cuesta en la Ciudad de Buenos Aires entre $ 9 y $ 10,50, mientras que el promedio del país arroja
$ 12,71, según un informe de la Cámara de Empresarios de Combustibles de Córdoba (Cecc). El litro de nafta súper en Capital, en tanto, sale $ 24,39. Aunque ambas unidades de medidas no son comparables en cuanto al consumo del auto, el incremento de los dos valores fue muy desigual.
“Los precios de las naftas suben por ascensor y los nuestros, por escalera; es un beneficio como sector”, planteó Pedro González, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC. Sucede que en los últimos 14 meses las naftas se incrementaron casi un 45% y el GNC, en torno a un 30%.
En abril, de todas formas, el aumento del gas que tuvo sus capítulos de discusión esta semana en tres audiencias públicas que se informan en la página 5 impactará en el costo del GNC. Desde ese mes, el combustible podría encarecerse alrededor de $ 1 por m3.
Pese al furor, las ventas de GNC todavía no muestran repunte. En noviembre (último dato oficial) se despacharon 208,3 millones de m3, con una baja interanual de 7,3%. Las ventas para todo 2017 apuntaban a cerrar un 10% abajo de 2016, en un año de boom de la demanda de nafta premium (+20%) y de crecimiento en el consumo de nafta súper, por la recuperación económica. El año pasado cerró con un parque automotor a GNC registrado en 1.670.840 unidades, un 4,2% menos que en 2016.
El GNC se vincula históricamente con los taxis, pese a que participen en el sector con solamente un 1% de los vehículos, ya que el 97,5% son particulares. El ahorro es importante: se calcula que usar GNC en lugar de nafta permite un ahorro de entre $ 1,30 y $ 1,50 por kilómetro, lo que a final del mes puede desembocar en una ventaja de $ 7000. La situación, así, pegó un giro insospechado. En mayo, versiones de que el Gobierno quería que el precio del GNC empatara progresivamente al de las naftas había generado alarma. Sin embargo, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de Argentina informó que aún no se revirtió la “tendencia negativa en la entrega de gas”.
Fuente: El Cronista