Cuando el barco de investigación Víctor Angelescu volvió al Puerto de Buenos Aires, creímos que su próxima salida sería para evaluar recursos pesqueros; pero ante el pedido de los familiares de los tripulantes del ARA San Juan vuelve a barrer el Mar Argentino para buscar el submarino desaparecido en noviembre de 2017. La orden llegó desde Presidencia a través del ministro Luis Etchevehere, atendiendo el pedido de los familiares.
Pese a la necesidad que tienen de información sobre la situación de los recursos y la ansiedad que genera el contar con un barco con tecnología de punta, los biólogos comprenden la situación y en su mayoría creen que esto no generará un grave perjuicio a la investigación pesquera, aunque dilate un poco más los tiempos. En cambio, 15 días de esa tecnología puesta al servicio de las familias de las víctimas para intentar encontrar el submarino y una explicación, pueden ser de mucha utilidad y así lo entienden.
El BIP Víctor Angelescu debe aún hacer una prueba de redes y ajustes antes de poder emprender su primer crucero de evaluación. Aunque mañana atracará en la Escollera Norte de Mar del Plata, se requería de más tiempo para zarpar. El hecho de que se encuentre amarrado en Buenos Aires complica los preparativos y dilata también los tiempos. Algunos jefes de Programas todavía no lo han visto.
El barco se mantiene en el Puerto de Buenos Aires fuera del alcance de los gremios marítimos (SIMAPE, Capitanes y Maquinistas), porque ya han dado muestras de que presionarán a las autoridades del INIDEP y de la Subsecretaría de Pesca para evitar que la tripulación del buque sea de la Prefectura. Fantasmas de sabotaje, que generaron más de un sumario dentro del Instituto, también influyen en la decisión de mantenerlo lejos.
“Mientras el barco esté buscando al ARA San Juan podemos seguir trabajando aquí en los preparativos, 15 días no implican la pérdida de una campaña”; “utilizar la tecnología de este barco puede ayudar a detectar el submarino, por supuesto que esto no puede mantenerse en el tiempo, por eso esperamos que lo puedan encontrar para darles una oportunidad más a las familias de saber qué pasó”, fueron algunos de los comentarios que recogimos ayer al consultar a biólogos de distintas pesquerías.
El Angelescu tiene pendiente una campaña de rayas, muy esperada dada la vulnerabilidad de la especie y la presión de la flota costera. Por otra parte, en abril debería realizarse la campaña de calamar -la de febrero ya se perdió- y el Holmberg, el otro barco con el que se podría evaluar, sale en los próximos días a una campaña de Costeros. Si sigue en buenas condiciones al regreso quizás sea una opción.
Las principales especies llevan varios años sin campañas o han tenido interrupciones en la serie histórica que complican mucho la evaluación. La última campaña de calamar illex en el Sur se hizo en 2014 y en el norte en 2011; la de australes en 2012 y de merluza negra nunca se hizo campaña. La Global de merluza hubssi y el stock norte tuvieron su última campaña en 2016, pero de 2012 a 2015 se realizaron solo dos campañas Globales. En el caso de las especies australes, hasta tanto no se realicen pruebas no se sabe si podrán ser evaluadas por el nuevo barco.
La carencia de cruceros es abrumadora y por eso se aguarda con tanta ansiedad la incorporación del nuevo buque. Los únicos que han podido comenzar a reconstruir una serie histórica han sido los responsables del Programa de Crustáceos, gracias a que una veintena de empresas dedicadas al langostino se han garantizado con financiamiento propio el suministro de información biológica. La última campaña con barcos del INIDEP en verano era de 2014; y en invierno de 2008.
Una vez queel Angelescu se incorpore definitivamente a la dinámica del INIDEP y si el Holmberg se mantiene activo, el diagrama de campañas podría comenzar a cumplirse. Por el momento este último ya está pronto a realizar la segunda de 2018 y eso ya mejora mucho el promedio de los últimos años. Pero para dar continuidad, además de los barcos operativos se requerirá de la colaboración de los gremios marítimos o de la firmeza del Estado para no dejar al albedrío de un puñado de sindicalistas el futuro de la investigación pesquera argentina.
Fuente: Revista Puerto