El caso del buque español “Playa Pesmar Uno”, que el pasado 4 de febrero fue capturado por Prefectura mientas operaba sin permiso en la Zona Económica Exclusiva Argentina, se encamina hacia una resolución de corto plazo.
Acreditada la incursión ilegal en el sumario, en la Subsecretaría de Pesca de la Nación especulan que la empresa armadora terminará reconociendo la infracción y pagando la multa en los próximos días.
La versión fue confirmada por el secretario general de Pesca del Gobierno español, Alberto López Asenjo. En declaraciones a EFE, el funcionario expuso que la firma ha reconocido el caso y que se apresta a asumir su responsabilidad.
Pena máxima
La intención de las autoridades locales es aplicar la máxima pena. Para estos casos, la Ley Federal Pesca prevé multas que van de los cinco a los diez millones de pesos; es decir, hasta un máximo de 500 mil dólares.
Los montos fueron establecido en pesos en el año 1998 y demandan una urgente actualización frente a los diferentes procesos devaluatorios que sufrió nuestro país en los últimos veinte años.
A la multa podría sumarse el decomiso de la carga, estimada en 320 toneladas y compuesta por merluza hubbsi, calamar, raya y abadejo, entre otras especies. Mientras tanto, el barco y sus 34 tripulantes siguen retenidos en Comodoro Rivadavia.
Mediante la prensa española, también trascendió que la defensa de la empresa armadora -Grupo Pesmar- insistirá en que no se aplique la multa mayor, argumentando que la rotura del GPS ocasionó el ingreso “involuntario” a las aguas argentinas.
Artes prohibidos
Sin embargo, hay otro dato que también la deja mal parada. Según pudo saber Pescare.com.ar, se detectó que el barco operaba con artes de pesca prohibidos en la legislación local, artes considerados como depredatorios.
Se trata del aquí conocido como “calcetín”, una conformación de red con luz de malla pequeña que no permite el escape de ejemplares juveniles.
Podría ser visto como un dato menor ante la gravedad que implica invadir un espacio marítimo, pero el hecho confirma el desprecio a las normas que en general exhiben como conducta los buques que operan en la Milla 201.
Mientras que dentro de la Zona Económica Exclusiva los barcos están sometidos a un importe cumulo de reglas operativas, fuera de ellas el comportamiento irresponsable compromete el futuro de muchas especies.
Fuente: Pescare.com