Comer frutas y verduras es uno de los hábitos más saludables que puede existir a la hora de hablar de dietas. Sin embargo, están aquellas personas que restringen el consumo de ciertas frutas o verduras por miedo a aumentar de peso. ¿La razón? La falta de información precisa o la desinformación que muchas veces circula por internet.
Existen muchas cuentas denominadas fit o saludables que en lugar de instruir y educar a los usuarios de las redes sociales hacen todo lo contrario. Brindan datos incorrectos o fomentar la prohibición o restricción de ciertos alimentos, cuando esta medida debería ser tomada por un experto, es lamentablemente moneda corriente.
Por eso, lo más importante es consultar con un profesional para que éste sea el que se encargue de explicar los beneficios de lo que se come. También puede diseñar un régimen que se adecue a las necesidades y requerimientos calóricos a un nivel micro, es decir, que cada plan cambie de una persona a otra.
Gacela Simán Menem, presidente del Centro de Endocrinología, Salud, Alimentación y Nutrición, explicó a este medio que hay que tener en cuenta las modas con respecto a determinadas dietas. A esto hay que sumar la temporada de verano, periodo en el que todos quieren “verse mejor y estar más flacos”, siguiendo dietas supuestamente mágicas que prometen obtener la silueta perfecta.
“No existen alimentos buenos o malos en sí mismo, todo depende de las cantidades ingeridas. Sin embargo, algunos pacientes deben restringir ciertos tipos de comidas de acuerdo a las enfermedades que tengan. Los diabéticos tienen que consumir alimentos con muy poca azúcar, eso no significa que deban eliminarlos por completo. Lamentablemente, hoy en día está de moda demonizarlos, cuando lo que está mal es generalizar. Tenemos que tratar de no volver a la vieja época en la que se decía que comer huevo era malo porque tenía colesterol”, dijo la especialista.
La nutricionista Agustina Murcho aseguró que incorporar frutas y verduras a la dieta diaria es fundamental debido al aporte de fibras, vitaminas y minerales en su composición, valores que fluctúan de un alimento a otro. Además, tienen un alto porcentaje de agua, ideal para épocas de mucho calor, ya que ayudan a cubrir, la cantidad de líquido que el cuerpo necesita para no deshidratarse.
Sin embargo, recalca la importancia de moderar las porciones, ya que el consumo excesivo lleva al aumento de peso. “No hay algunas que engorden más que otras, todo depende de las cantidades ingeridas. Si yo me como un kilo de manzanas voy a subir unos de peso y si me como un kilo de uvas también. La banana tiene más almidón, pero esto no quiere decir que engorde más, todo está en las cantidades”, sostuvo Murcho.
Y agregó: “La clave siempre está en cambiar hábitos y no en prohibir. También es importante detectar si se está comiendo por emociones o porque uno tiene hambre. La actividad física también contribuye a lograr un equilibrio saludable a nivel sistémico”.
– Banana: es una de las frutas más consumidas y proporciona un alto porcentaje de potasio y pectina. También son una buena fuente para incorporar vitaminas C y B6 y magnesio al organismo. Además mejoran la salud del corazón, regulan la presión arterial y son excelentes aliados para combatir el estrés.
– Uva: es una fruta rica en resveratrol y catequinas, dos antioxidantes que ayudan a prevenir el cáncer de próstata, colón y otras enfermedades como el Alzheimer.
– Palta: es uno de los alimentos más demonizados pero contrario a lo que muchos creen aporta muchos nutrientes y minerales como: vitamina K, ácido fólico, vitamina C, potasio, vitamina B5: 14 % del RDA, vitamina B6 y vitamina E.
– Papa y batata: son dos alimentos ricos en almidón y se toman como fuente de hidratos de carbono.
Fuente: Infobae