Verano tras verano, el principal balneario del país reaparece en escena: teatros, playas, gastronomía, muy buena infraestructura y una vitalidad que solo se ve en grandes capitales. Por eso, en este 2018 en el que espera recibir un interesante caudal de turistas, Mar del Plata exhibe todo su potencial. Es que, se sabe, la feliz es una de las ciudades con mayor cantidad de actividades fuera de lo que son sus atractivos naturales. La cartelera teatral, los desfiles, el fútbol. La agenda marplatense está siempre cargada de eventos. Aquí algunos imperdibles para esta temporada de verano:
Pasar un día en Chapadmalal. El centro turístico es un respiro imposible de perderse. Playas serenas, un parque para chicos y bosques hacen que un día sea eterno. No tiene muy buenos servicios, pero sí las más bellas playas de la costa atlántica.
Tomar una clase de surf en el Faro. En la playa Honu Beach, en el llamado Faro de Punta Mogotes, se pueden tomar clases de surf dictadas por el quíntuple campeón mundial Martín Passeri. Este es, sin dudas, uno de los sitios elegidos para la práctica de ese deporte.
Ver el atardecer en el Torreón del Monje. La histórica edificación céntrica es ideal tanto para admirar el atardecer como el amanecer. Su gastronomía no es para destacar, pero sí su situación geográfica inmejorable.
El Bosque. En el bosque de Peralta Ramos varios puestos alquilan caballos con los que se puede recorrer toda la zona. En la entrada al bosque hay un centro de informes donde se puede averiguar todo lo necesario. También es un sitio ideal para sentarse y dejar pasar la tarde en alguna de sus casas de té.
Comer en el Hotel Sainte Jeanne. Siempre tuvo una muy interesante propuesta gastronómica, pero la intervención de la sommelier Victoria Ortemberg en el bello hotel de la calle Güemes multiplicó los motivos para tener allí una cena de lujo. Excelente propuesta en base a pescados y muy interesante su nueva carta de vinos.
Café y pastelería. El agua de Mar del Plata es de muy buena calidad, y por ende, todo lo que implique su uso es excelente. Un buen ejemplo de ello son las medialunas y el café, dos íconos de la ciudad. Muy buenos lugares donde disfrutarlos son: La Fonte D’Oro (www.lafontedoro.com) y la Confitería Boston (www.confiteria-boston.com.ar). Así y todo, una cafetería imperdible es el Doria II, en el Puerto (12 de Octubre 3228).
Honu Beach. En la zona sur, es una de las playas más bellas que tiene la ciudad. Situada en la bahía norte del faro, termina en un roquerío natural ideal para un paseo sereno. La playa cuenta con los mejores servicios de ‘La feliz’.
El puerto. En la Dársena de Cabotaje, los fines de semana parten barcos que recorren la costa, o bien que realizan excursiones de pesca. Luego, en el complejo gastronómico de la escollera, hay restaurantes y pescaderías para saciar el apetito.
Sierra de los Padres. Sin dudas esta serranía amerita un día de visita: caballos, las mejores fruterías y un amplio abanico de alternativas que van desde buenas parrillas hasta trekking y recorridas en bicicletas por las sierras.
Comer en lo de Tata. Muy simpático y genuino el pequeño restaurante céntrico donde Lisandro Ciarlotti lleva adelante una cocina de producto sabrosa, directa y sin vueltas, junto a una muy buena carta de vinos
Fuente: El Cronista