“Argentina necesitará una combinación de políticas macroeconómicas más restrictivas, un tipo de cambio más débil y un menor nivel de distorsiones microeconómicas para sentar las bases de un retorno a la estabilidad y al crecimiento”, dijo el FMI en su informe Perspectivas Económicas del Hemisferio Occidental.
El documento fue dado a conocer hoy en Santiago de Chile por el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, y el Jefe de Misión del FMI para Chile, Roberto Cardarelli.
El documento sostiene que Argentina “mantiene desajustes económicos significativos, siguiendo un extendido período de expansión fiscal que ha recaído crecientemente en el financiamiento del Banco Central”.
En este marco, destacó que las restricciones sobre el comercio y el mercado de cambios también “han creado una significativa brecha entre el dólar oficial y el informal”.
En base a las proyecciones del organismo multilateral, la perspectiva de Argentina no mejora mucho para 2016, ya que prevé un crecimiento casi nulo, de 0,1%.
El FMI advirtió también el difícil frente externo, con una caída en las cotizaciones internacionales de la soja, la débil actividad económica en Brasil y la devaluación del Real, que han generado condiciones menos favorables para su economía.