El Consenso Fiscal entre la Nación y las provincias se aprobó, se solucionó la discusión del Fondo del Conurbano, y la provincia de Buenos Aires ya cuenta con fondos necesario que le aseguran, por lo menos, liquidez hasta final de mandato de María Eugenia Vidal.
Con un flujo de $ 40.000 millones para el 2018 y otro de $ 65.000 millones la gobernadora Vidal comenzó a poner reglas más duras para los 135 distritos que conforman la provincia y avanzó con todo con un pacto fiscal a imagen y semejanza del de Nación que, básicamente, pone límites a las contrataciones y las deudas.
Como adelantó El Cronista, el acuerdo es una suerte de premios y castigos en donde los jefes comunales se comprometen en tres puntos básicos: que la planta de personal no crezca más de la población; que la deuda del municipio no supere el 8% de los gastos corrientes; y que se controlen los gastos corrientes en el último semestre de cada mandato.
La represalia para el que no lo firme es que no contará con la ayuda de la provincia, tanto desde el punto de vista de fondos como de autorizaciones para endeudarse.
El problema son los plazos. En muchos municipios ya no hay sesiones de los concejos ni fueron convocadas extraordinarias. “Se estudia cada caso pero la intención es que lo firmen, ya hay varios consejos deliberantes que tiene los proyectos presentados”, explicó una fuente provincial.
Uno de los primeros municipios que pasó por los despachos de la Casa de Gobierno bonaerense para firmar, y que despertó la sorpresa del equipo económico, fue Moreno, del intendente justicialista y camporista Walter Festa.
La situación de Festa era incontenible. No tenía para pagar los sueldos de los municipales que estaban de paro, se le estaba incendiando el municipio al hombre que sonaba para comandar al PJ bonaerense.
Pero no fue el único que lo hizo hasta ahora. Según confiaron fuentes provinciales, ya se sumó su par de Pilar, Nicolás Ducoté. El jefe comunal milita en Cambiemos y acaba de aprobar su presupuesto para el año entrante con la mayor cantidad de fondos: $ 4451 millones. De ese total, casi $ 1200 millones serán aportes de la provincia al municipio.
El otro partido que ya lo suscribió es el de Rivadavia, en el Noroeste provincial, el cual está gobernado por un partido vecinalista que participa en el frente Cambiemos.
El otro distrito de la región que está pronto a adherir a la norma es Bragado. Aunque cumple con la norma de no incrementar el personal más que el crecimiento poblacional, el intendente radical Vicente Gatica, que también ganó bajo los colores de Cambiemos, enfrenta denuncias porque la mitad de su gabinete son familiares directos o indirectos suyo.
Otro intendente de Cambiemos que se apresta a conseguir el apoyo del Consejo Deliberante para sumarse al pacto fiscal es el marplatense Carlos Arroyo.
De mala relación con la administración de María Eugenia Vidal, la aprobación del acuerdo es fundamental para la supervivencia de Arroyo ya que el Municipio de General Pueyrredón está entre los que peor situación financiera tiene en toda la provincia.
No sumarse al pedido de la gobernadora significará para esta, y para todas las intendencias, la inhabilitación para recibir asistencia financiera de la provincia o la Nación vía adelantos de la coparticipación provincial ni Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Fuente: El Cronista