Con registros superiores a los 30 milímetros en amplias regiones de la pampa húmeda, que llegaron a los 100 milímetros en algunos casos, las lluvias del último fin de semana trajeron alivio al campo, que podrá continuar con la siembra de soja y maíz en lugares donde corría riesgo su implantación.
Hasta la semana pasada, en más de cuatro millones de hectáreas para ambos cultivos estaba en peligro su implantación y necesitaban precipitaciones urgentes antes de fin de año, cuando concluye el período de siembra. Las zonas más complicadas por la falta de humedad estaban en el centro norte bonaerense, el sur de Santa Fe y gran parte de Córdoba.
En algunos lugares, las lluvias vinieron acompañadas de granizo y fuertes vientos que generaron destrozos en cultivos y establecimientos rurales.
Para Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, a nivel país “un 60% del área agrícola recibió un buen alivio” tras las últimas precipitaciones. En tanto, según el experto, las zonas del sudoeste de Córdoba, San Luis, La Pampa y el oeste y el sudoeste de Buenos Aires quedaron sin alivio, “y es posible que su situación empeore”.
En un informe, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agroindustria de la Nación dijo que en la región núcleo “los almacenajes actuales se clasifican como regulares a adecuados, permaneciendo áreas aisladas ocupadas por reservas deficitarias al sur y al oeste”. Ese organismo consignó que esta semana hay posibilidades de más precipitaciones.
“Esto destraba una gran cantidad de siembras que estaban trabadas en el centro sur de Santa Fe y sectores del norte de Buenos Aires, que eran los más complicados hasta ahora”, señaló Esteban Copati, jefe del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Según el experto, todavía “faltaría algo de humedad en Córdoba y en algunos puntos del norte de Buenos Aires”, mientras que para el resto de las regiones agrícolas fue “un alivio generalizado”.
Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, destacó también el aporte de las últimas precipitaciones para la siembra y apuntó que “hay nueva chance de lluvias para viernes y sábado” próximos.
Panorama
Entre soja y maíz todavía restan sembrar en el país 9,6 millones de hectáreas. De esa superficie, más de 4 millones de hectáreas corrían riesgo de no poder ser implantadas por la falta de humedad.
En este sentido, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el jueves pasado la siembra de soja había alcanzado un 63,5% de las 18,1 millones de hectáreas previstas.
En tanto, en el caso del cultivo de maíz se llevaba implantado el 45,3% sobre un total previsto de 5,4 millones de hectáreas para grano comercial.
De acuerdo con el Ministerio de Agroindustria, la siembra de soja venía atrasada en siete puntos respecto de igual fecha de la campaña pasada.
En buena parte de las regiones agrícolas comenzaron a cubrirse las necesidades de reposición de humedad. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la mayor parte de la zona núcleo necesitaba 60/80 milímetros más para alcanzar una situación óptima en las reservas del suelo.
En no todos los lugares de esa región se cumplieron esos registros de lluvias, por lo que requerirán más precipitaciones que mejoren la humedad.
Precisamente, en otro informe, ayer la Bolsa de Comercio rosarina informó que sólo el 40% de la región agrícola núcleo recibió precipitaciones por encima de los 30 milímetros.
Según la entidad, 1,7 millones de hectáreas “recibieron un gran auxilio del agua”. En tanto, antes de las precipitaciones en esa zona había unas 550.000 hectáreas que estaban pendientes de recibir al menos 30 milímetros que permitieran el avance de la siembra de los cultivos.
Fuente: La Nación