Ayer a la tarde asumió Miguel Etchevehere como nuevo ministro de Agroindustria de la Nación. El presidente, Mauricio Macri, le tomó juramente en un acto realizado en Casa Rosada que disparará una serie de cambios en el área.
El flamante funcionario renovará el gabinete, incluyendo la conducción de la Subsecretaría de Pesca. Días atrás, Tomás Gerpe, renunció al cargo. No fue sólo un gesto formal ante la nueva cúpula; sino un paso al costado sin retorno.
Quien más posibilidades tiene de sucederlo es el actual director nacional de Coordinación Pesquera, Juan Bosch. De acuerdo a lo que pudo saber Pescare.com.ar, informalmente el funcionario ya tiene el aval de Etchevehere para esta nueva etapa.
Sin embargo, habrá que esperar la firma del decreto para confirmar su designación al frente de la Subsecretaría. “Hay un expediente en Casa Rosada con su nombramiento y el propio Bosch tiene ganas de asumir el desafío”, confió una fuente consultada.
En cualquier caso, el trabajo por delante es arduo. Desde el entorno de Etchevehere proyectan como ejes de gestión reducir la burocracia y mejorar la competitividad mediante acuerdos comerciales y mejorando la logística.
Al menos en lo discursivo, esos objetivos están en línea con lo que viene planteando Cepa. Desde esa cámara insisten con ir hacia un entendimiento comercial con la Unión Europea, México o los Estados Unidos para aceitar el flujo en esos mercados.
En el terreno de la logística, en cambio, asoma la postergación que sufre el puerto de Mar del Plata en cuanto a obras de infraestructura. La construcción de nuevos muelles y una terminal de contenedores siguen bajo el rotulo de “proyectos”.
Manejo de especies
La administración pesquera tiene otras necesidades particulares; entre ellas, aparecen la revisión del manejo de especies clave como el langostino. La explosión del marisco obliga a pensar estrategias que excedan el corto plazo y con la participación de todos los actores.
También el calamar está demandando poner la lupa sobre el calendario que rige su captura específica a partir de cambios en el comportamiento de la especie. El repetitivo adelantamiento de la temporada, como parche legal, así lo demuestra.
Por su parte, la merluza, corrida del escenario biológico de emergencia de hace algunos años, requiere un manejo más flexible. Algo similar ocurre con las especies del variado costero, marcadas por regulaciones de difícil cumplimiento que terminan desalentando la actividad.
Claro que no es posible proyectar estos cambios con los buques del Inidep amarrados al muelle, como ocurrió a lo largo de casi todo este año. Será responsabilidad de las nuevas autoridades tener a un instituto activo en el terreno de las campañas.
Por otra parte, la agenda del sector incluye la relación con China y la discusión en torno a las Áreas Marítimas Protegidas, un proyecto controvertido por su posible impacto en la flota; demasiados ejes para que los resuelva un subsecretario. Más allá del nombre, se impone un trabajo conjunto entre Estado y actores del sector privado.
Fuente: Pescare.com.ar