Desde su función dentro de la Unión Industrial Bahía Blanca, el Licenciado en Economía Martín Goslino visitó los estudios de La Brújula 24 y formó parte de la 293ª entrega de IngenieroWhite.Com, tocando distintos puntos relacionados a la demanda laboral.
“La medición que nosotros hacemos de la demanda laboral es en base a un índice propio que no existe en ningún otro lado. Lo positivo es que lo desarrollamos en el Centro de Estudios Económicos de la UIBB y refleja la realidad de lo que pasa en la ciudad, aunque lo negativo es que no nos permite compararlo con otros indicadores”, explicó.
“Los números marcan que en los últimos 3 años la demanda laboral por parte de las empresas decayó más del 50%. En ese marco, sentimos la necesidad de ir en búsqueda de lo cualitativo, más allá de lo que marcan los números”, sostuvo.
–¿Qué conclusiones o causas han podido detectar?
–En ese estudio cualitativo de la situación, nos apoyamos en pensar que la brecha radica en lo que las empresas necesitan y lo que la gente tiene para ofrecer. Encontramos, por ejemplo, que una parte del empresariado busca un perfil relacionado al cumplimiento y la fidelidad, y resulta que las nuevas generaciones tiene un perfil completamente distinto.
“Los millenials pretenden que las cosas sean rápidas y entienden que su estadía en una empresa es temporal. Y eso abre otro paradigma”, agregó Martín.
–¿Es necesario modificar una parte de la formación de los jóvenes?
–Los estudios nos han permitido palpar que más allá de los conocimientos técnicos, hacen faltan otro tipo de competencias relacionadas al trabajo en equipo, el liderazgo y la capacidad para resolver problemas. El sistema educativo no profundiza en ese tipo de competencias blandas, que exceden lo que indica el manual.
“En ese sentido, los estudios marcan que muchas veces los que vienen con una formación de manual le cuesta mucho más insertarse que aquellos que tienen un promedio menor asociado a un mejor uso de esas competencias”, señaló.
Otros conceptos importantes
–Prácticas profesionales: “Es una experiencia laboral previa a terminar la formación académica de los jóvenes que ofrece una serie de herramientas muy importantes. No siempre se dan porque cada caso exige al empresariado a destinarle un tiempo de dedicación”.
–Salario emocional: “Tiene que ver con la sensación que genera lo que cada persona percibe como remuneración, más allá de los números. Va a asociado con las expectativas personales de cada uno con su trabajo. No es lo mismo 15 mil pesos para alguien que proviene de un estudio técnico que las expectativas que puede tener alguien que estudió ingeniería”.
–El vínculo con White: “En Ingeniero White están las grandes empresas y lo primero que uno piensa es que sobre esa población van a absorber los puestos de trabajo. Si no se produce esa relación lógica, va asociado a los requerimientos de certificación que antes mencionábamos”.