El secretario general de la Unión del Personal Superior de Empresas Aeronáuticas (UPSA), Rubén Fernández, advirtió hoy que “si no hay acuerdo salarial” con el gobierno, “lamentablemente” realizarán nuevas medidas de fuerza luego del paro de 24 horas que llevan adelante en los vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral.
“Probablemente sí, lamentablemente. Si no hay acuerdo salarial sí, como lo haría cualquier otro gremio”, sostuvo el sindicalista al ser consultado en radio La Red sobre la posibilidad de un nuevo paro.
Fernández resaltó también que la adhesión a la huelga que comenzó a las 0 hora de este martes “es muy grande”, algo que era “previsible y entendible porque hay mucho malestar en la gente por el atraso salarial que hay y lo lejano de la oferta”.
El titular de UPSA advirtió que podrían generarse otros inconvenientes ya que además del conflicto en Aerolíneas-Austral, en los próximos días también vencen las paritarias de Intercago (servicio de rampas) y del grupo Latam, uno de los principales operadores aéreos que tiene presencia en el país.
“No depende solo de nosotros, no es unilateral. Acá hay un contexto. Esperamos que alguien recapacite y haga bien los números”, subrayó.
Entre otras cosas, Fernández cuestionó al presidente de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell’Acqua, quien había hecho referencia a salarios de entre 250 y 300 mil pesos en el sector aeronáutico.
“Esperamos que recapacite y haga bien los números. Nos preocupa las declaraciones del presidente de Aerolíneas descalificándonos, hablando de sueldos 250 mil pesos, de 300 mil pesos. La semana pasada había hablado de sueldos promedios de 70 mil pesos, diciendo una cantidad de mentiras muy grande para tirarnos a la sociedad en contra. El sueldo de bolsillo de Aerolíneas está entre los 45 y 46 mil pesos”, explicó.
Los aeronáuticos iniciaron este martes un paro que continuará a lo largo de toda la jornada con una afectación de 334 operaciones y 40 mil pasajeros, según estimaron desde la compañía. A la cifra se suman otros 45 vuelos cancelados desde ayer a la tarde producto del adelantamiento de la medida, ya que los gremios no querían que ningún avión se encontrara en el aire en el arranque de la huelga así que se cancelaron los que debían arribar después de las 0.
El titular de la Aerolíneas, Mario Dell’Acqua, se mostró indignado por la decisión gremial: “Es la primera vez que pasa desde 1986. Siempre se respetó los vuelos internacionales ajustando una hora para que entren y salgan los aviones de la Argentina fuera del día de paro”. Y añadió: “Esta vez hubo una decisión realmente muy dañina para la reputación de la empresa, sobre todo pensando lo que nos cuesta a todos los argentinos mantener esos destinos”.
Dell’Acqua subrayó que algunos de los pasajeros que se encuentran fuera del país podrían demorar hasta una semana en regresar, por la frecuencia que manejan los vuelos internacionales.
La huelga afecta solamente a los pasajeros de Aerolíneas Argentinas y Austral. El resto de las compañías opera de acuerdo a su cronograma previsto de partidas y arribos. La medida es impulsada por UPSA, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA).
El reclamo
Según explicó Marcelo Uhrich, secretario de prensa y difusión de la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), la protesta surge en reclamo de un aumento salarial del 26 por ciento.
“Venimos hace 60 días negociando. Nosotros pedimos que se reponga el salario de acuerdo a la inflación. Salvo que haya un llamado del Ministerio de Transporte o del Poder Ejecutivo, es imposible que levantemos la huelga”, agregó.
Desde la aerolínea de bandera, en cambio, señalaron que los trabajadores recibieron el año pasado un aumento de salarios del 42% y con la negociación de este año, que incluye una cláusula gatillo atada al índice de precios del Indec, buscan preservar el poder adquisitivo de todos los empleados de Aerolíneas Argentinas y Austral.
Fuente: El Cronista