El proyecto de Aguas Bonaerenses (ABSA) es parte de un incipiente diálogo con las empresas del Polo Petroquímico, y la planta de reuso se podría encarar a partir de mediados de 2018, y resultará complementaria de las obras en ejecución de la planta depuradora de líquidos residuales que Aguas Bonaerenses construye en Bahía Blanca, con una inversión de 1.000 millones de pesos.
El presidente de ABSA, Raffaele Sardella, dijo a Télam que la obra en marcha en la Cuenca 1 “permitirá no contaminar más la ría, pero a partir del avance de esta planta parte otro proyecto muy ambicioso en el Polo Petroquímico en donde hay buena receptividad para afrontar la inversión”:
Se trata de la construcción de una planta de reuso que permitirá transformar el agua recuperada después de su tratamiento primario y secundario para ser destinada a la operatoria industrial, la que no requiere de potabilización.
Fuente: Télam