Con la visita del ex-presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, Jorge Scoccia, palpitamos el aniversario del ente portuario e hicimos un repaso de distintas cuestiones relacionadas al ámbito marítimo, en la 234ª edición de IngenieroWhite.Com, en La Brújula 24.
“Fui el tercer presidente del Consorcio, luego de los pasos de Conte y Suárez, dos grandes compañeros, y llegué con un marcado perfil político. Al puerto siempre lo miré como una alternativa para federalizar al país. Por eso, cuando terminé mi mandato como senador le pedí al gobernador Eduardo Duhalde ocupar la presidencia del Consorcio”, comentó Scoccia.
“Yo sostengo que hay dos ciudades que pueden federalizar al país y evitar que todo se resuelva en Capital Federal y Buenos Aires: una es Rosario, por la potencialidad que tiene, y la otra es Bahía Blanca, empujada por la región, constituyendo un polo de desarrollo”, apuntó.
–¿Qué momentos o avances recuerda de su gestión?
–Me acuerdo de la palabra “ferro-ría”, planteando la unificación del ferrocarril con el puerto para generar una alternativa y un potencial extra a la hora de comercializar. Hoy en día, las líneas férreas apuntan a Buenos Aires imposibilitando una verticalidad del recorrido que uniría puntos como Tucumán y Salta con Bahía y San Antonio.
“Muchas veces hablamos de la exportación y del mundo, pero no hay que descuidar el movimiento interno. No puede ser que para traer limones desde Tucumán haya que pasar por Buenos Aires. No hablo de cerrar las puertas al mundo, pero sí digo que para ser más competitivos tenemos que mejorar la logística interna”, exclamó.
“Otro tema de debate en esos tiempos fue la creación del muelle multipropósito, planteando una visión moderna de los puertos. Yo hablaba de jugar a todas las puntas, con el contenedor como la herramienta fundamental para conectarse con el mundo y poder competir”, agregó.
–¿Qué recuerda de 1993, año en el cual nació el CGPBB?
–Fue una actitud autonómica muy grande de los dirigentes de Bahía. En ese momento, se juntó la masa crítica (empresarios, políticos) y logramos innovar con este modelo de gestión descentralizado. Es un modelo que cambia de presidentes o personas, pero se mantiene intacto y persiste en el tiempo, sin que nadie de atreva a tocarlo. Y es un ejemplo que tiene que recoger las dirigencias actuales para pelear por nuevos proyectos.
–¿Cómo fue su salida del Consorcio y qué vínculo mantiene en la actualidad?
–Luego de 4 años como concejal, 4 años como intendente en otro partido, 8 años en la legislatura y otros tantos en el Consorcio, yo ya creía que era el momento de partir. Lo que no me gustó fueron las formas con las que se manejó esa situación. Pero más allá de las decisiones del momento, estoy totalmente de acuerdo con el modelo y el crecimiento que tiene es notorio.