El clima seco en la principal región de soja de Argentina continuaría por entre dos y tres semanas más, lo que allanaría el camino para que el país alcance una cosecha récord de la oleaginosa en la actual campaña 2014/15.
En el cinturón agrícola -que incluye parte de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa- los cultivos ya han desarrollado altos rendimientos y están listos para ser recolectados. El país austral es el mayor exportador global de harina y aceite de soja y el tercero de la oleaginosa.
La zona núcleo produce alrededor del 80 por ciento de la cosecha argentina de soja y maíz.
“Donde está la mayor parte de la producción necesitamos tiempo bueno, que no llueva, para poder hacer el ‘harvesting’ (recolección) bien. Y viene buen tiempo porque no se ven lluvias importantes en las próximas dos, tres semanas”, dijo Eduardo Sierra, asesor climático de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Eso es positivo para el volumen, pero no es muy positivo para el precio”, añadió.
Las condiciones secas en los suelos permiten que las máquinas cosechadoras puedan moverse rápidamente sobre los campos, lo que ayuda a obtener el potencial completo de rendimiento.
La semana pasada, la Bolsa de Cereales elevó su estimación para la cosecha argentina de soja 14/15 a 58,5 millones de toneladas, muy por encima del récord de 54,5 millones recolectado en la temporada previa.
Una amplia producción en Argentina presionaría los precios globales de alimentos, que ya están en baja frente a las expectativas de una histórica cosecha récord de soja en Estados Unidos y en Brasil.
Pero la enorme demanda de China debería evitar que el precio de la oleaginosa colapse, incluso si la producción mundial crece.
A apenas seis meses de las elecciones presidenciales, el Gobierno argentino está incrementando sus gastos. Una amplia cosecha de soja ayudaría a mantener el flujo de recursos a través del impuesto del 35 por ciento que el Estado aplica a las exportaciones de la oleaginosa.
Problemas climáticos en los extremos norte y sur del cinturón agrícola han golpeado a la producción de granos en zonas marginales, donde se registraron fuertes pérdidas debido a sequías e inundaciones.
“El clima seco es bueno para cosechar, pero hemos tenido un verano muy seco, lo que tuvo un impacto directo en nuestros rendimientos”, dijo Pedro Vigneau, que produce soja y maíz en Bolívar, una localidad de la provincia de Buenos Aires ubicada unos 160 kilómetros al sudoeste del cinturón agrícola central.
“En la zona central tuvieron una gran temporada, con muy buenos rendimientos”, agregó.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) prevé para Argentina una cosecha de soja de 56 millones de toneladas y una producción de maíz de 23,5 millones de toneladas.
Fuente. Reuters