Salmonella, diarreas, Shigelosis y Síndrome Urémico Hemolítico, son cuatro de las enfermedades más frecuentes causadas por alimentos contaminados. La mayoría, se previenen con hábitos simples, como el lavado de manos. Por eso, en el Día Mundial de la Salud, que este año hace eje en la inocuidad alimentaria, la cartera sanitaria de la Provincia llamó a tener presentes las cinco claves indispensables para que los alimentos no nos enfermen.
“Todos somos manipuladores de alimentos en algún momento. Si no tenemos presente la importancia de la higiene, el correcto almacenamiento, conservación y la refrigeración de los alimentos, podemos poner en riesgo a toda la familia”, advirtió el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia.
Las cifras dadas a conocer por la Organización Mundial de la Salud revelan que los productos alimenticios insalubres están relacionados con unas 2 millones de muertes anuales, ya que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas que pueden causar más de 200 enfermedades.
Este es considerado uno de los problemas sanitarios de mayor frecuencia a nivel mundial, al punto que se estima que las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) representan el 25 por ciento de todas las patologías.
“Por decisión del gobernador Daniel Scioli, el gobierno de la Provincia creó, por primera vez, la Oficina de Alimentos, acorde con lo estipulado por el Código Alimentario Argentino”, explicó Collia. “El objetivo es proteger al consumidor y promover que los alimentos sean inocuos, es decir que no deriven en ningún peligro para la salud, ya sea durante su producción, manipulación, almacenamiento, elaboración y distribución”.
Además, para prevenir el impacto de las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), la cartera sanitaria provincial creó un Manual para Manipuladores de Alimentos que está on line y puede ser consultado en forma gratuita, ingresando a la página web del ministerio: www.ms.gba.gov.ar.
ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES
La titular de la Oficina de Alimentos, Mónica López, señaló que las ETA “son generalmente de carácter biológico porque en su mayoría son causadas por bacterias, virus o parásitos. También pueden generarse por sustancias químicas que penetran en el organismo a través del agua, o por factores físicos, como por ejemplo, con la intromisión de partículas extrañas al momento del envasado”.
Si bien las enfermedades transmitidas por alimentos son “diversas e incluso algunas muy graves”, López destacó cuatro muy frecuentes: la diarrea inespecífica –por la que nadie consulta-, las salmonellas, que son responsables de causar alrededor del 70 por ciento de las enfermedades alimentarias registradas, el Síndrome Urémico Hemolítico, que afecta sobre todo a menores de 5 años y la Shigelosis, de origen bacteriano, que es la gastroenteritis con mayor riesgo de contagio.
Pero además hay que prestar especial atención a los alimentos “de alto riesgo”. “Las carnes rojas, el pollo, el huevo y los lácteos, así como también las comidas elaboradas, sobre todo con rellenos y mezclas, suelen ser más peligrosos porque contienen gran cantidad de agua, alto contenido proteico y un PH alcalino, es decir una acidez baja”, explicó López. “A mayor acidez, menor es el riesgo”, especificó.
La temperatura de los alimentos también es una cuestión central: el jefe del servicio de Infectología del hospital Rossi de La Plata, Aníbal Calmaggi explicó que las bacterias se reproducen en los alimentos sobre todo a temperatura ambiente, es decir, entre los 5 y los 65 grados. Por eso, “los alimentos que necesitan refrigeración deben conservarse a 5 grados centígrados, mientras que las comidas calientes siempre deben llegar a los 70 grados”, señaló.
“Ahora, cuando empiezan los días más fríos y se vuelven más frecuentes los guisos y las sopas, es importante saber que cuando recalentamos la comida que sobró del mediodía nunca debe quedar tibia, porque esa temperatura propicia la reproducción de bacterias”, ejemplificó.08