La 193ª entrega de IngenieroWhite.Com, contó con la visita a los estudios de La Brújula 24 de Neldo Quírico, vecino y ex-delegado de la localidad, quien hizo un repaso de aquellos tiempos en la política y su relación con entidades emblemáticas como los bomberos.
“En los dos escasos años que fui delegado de White quise hacer mucho. Uno se siente honrado cuando lo nombran funcionario y no se quiere quedar sentado sin hacer nada. Y más siendo whitense. Me tocó irme de la forma que no quería y pude conocer a la política por dentro”, repasó sobre aquel período que comprendió el tramo entre 2003 y 2005.
“Uno de los temas que me tocó vivir en carne propia fue el problema de las casas fisuradas. Incluso, junto a otras nueve familias, tuvimos que alejarnos de White”, remarcó sobre su gestión.
–¿Cómo definiría al vecino de la localidad?
–El habitante de White es digno de destacar. Yo provengo de una familia de italianos, que cruzaron el Atlántico buscando nuevos horizontes. Fue gente que ha sufrido mucho y que se dedicó a trabajar en el puerto o en el ferrocarril para salir adelante. Si bien el mundo ha cambiado, algo de esa gente hoy sigue vivo con sus hijos y nietos.
–¿Qué recuerda de su infancia y sus primeros pasos en White?
–Nací en White, el 1 de agosto de 1938, en calle Avenente, al lado de la casa de Baley, un gran amigo mío. Recuerdo a amigos como Oscar “Pamperito” Pérez, Antonio Colace y los Fidani. También los tiempos en la Escuela Nº 13, que en ese momento estaba apadrinada por la Embajada de Brasil; todos los viernes teníamos que cantar el himno brasileño.
“Ya más de grande, nos juntábamos en el Bar Americano, que era del padre de mi señora. Un lugar que recientemente fue remodelado por la gente amiga de Urgara y que revive viejos tiempos”, apuntó Neldo.
“Con respecto al trabajo, empecé en el puerto como apuntador de una cooperativa. Mi buena caligrafía me llevó a trabajar a una empresa importante y, con el paso del tiempo, volver al puerto otra vez hasta el momento de jubilarme”, profundizó.
–En paralelo, ¿surgió el vínculo con los bomberos?
–Yo tenía muchos amigos en los bomberos y luego de dos intentos para incorporarme, estando Aquilino Fernández en la presidencia, accedía a entrar. Empecé como secretario un año y después fui presidente. ¿Qué más puede decir uno de una institución como esa?.
–El viaje en el tiempo termina hoy. ¿Cómo ve el presente de la localidad?
–En White hubo muchas épocas distintas y yo pienso que, luego de las privatizaciones que hubo en el ’93, empezó el decaimiento de la localidad. White dejó de ser el de antes porque mucha gente perdió su trabajo y se fue. Hoy en día se están haciendo cosas buenas, aunque a lo mejor no alcanzan. Pero por más que queden cosas pendientes, los gobiernos no se pueden olvidar de White.