La historia de Damián Rojas, miembro del cuerpo de Bomberos Voluntarios de nuestra localidad, fue la nota saliente que acompañó el capítulo 83 de IngenieroWhite.Com. De origen neuquino, pero con raíces bien whitenses, el protagonista aseguró que su intervención en los recientes incendios forestales en la zona de Villarino fue el siniestro de mayor magnitud en sus casi 25 años de servicio.
“El 1 de enero salimos para Villalonga y estuvimos ahí combatiendo el fuego. Una vez controlado en ese sector, siguió en la zona de Algarrobo. La verdad que nos viene castigando muy seguido a raíz de tanto pasto y sequía”, señaló Rojas.
–En plenas fiestas de fin de año, no tuvieron tiempo ni para brindar en familia. ¿Es verdad?
–Seguro. En esa fecha donde uno proyecta comidas y reuniones familiares, hubo que suspender todo. En mi caso, estaba de vacaciones en mi trabajo particular, así que me la pasé apagando los incendios junto a mis compañeros. Es una situación que sobrepasa todo.
–¿Cuántos bomberos de White acudieron a la zona del fuego?
–Alrededor de 20 porque íbamos en dotaciones de entre 4 y 5 hombres en distintos días, por el tema del recambio y el cansancio.
–¿Esta fue la experiencia de mayor magnitud que te tocó afrontar?
–Si bien he participado en otros incendios forestales, como en Buratovich y Sierra de la Ventana, nunca estuve en uno de semejante magnitud. En el invierno llovió mucho y creció mucho pasto, sumado a que estamos en épocas de mucho calor y sequía. Están dadas todas las condiciones para que esto pase, si no se toman las precauciones necesarias por parte de los dueños de los campos.
“También me tocó estar hace poco tiempo en el incendio de Cerri, donde el fuego avanzó contra las casas y generó grandes pérdidas. Hay que tomar conciencia y las precauciones del caso”, indicó.
LA HISTORIA DE DAMIAN ROJAS
“Nací en Cutral Có, en la provincia de Neuquén, pero mi mamá era de White y mi papá de Villa Mitre. A los 11 años vine a White y actualmente vivo en la casa que era de mi madre, Eugenia Diez (hermana de “Tino” Diez) en Pasaje Roca”.
LA VOCACION POR SER BOMBERO
“El jefe que tenía en una panadería donde trabajaba era bombero y fue el que me arrimó cuando yo tenía 17 años. En marzo cumplo 25 de servicio y soy oficial tercero. Mi hijo de 19 hace un año que es bombero y el más chico, de 13, está desesperado por entrar. El acompañamiento de la familia es fundamental”.
VALORES Y SENTIMIENTOS
“No sabría explicar por qué uno es bombero. Acá se inculcan valores y somos como una familia con muchos integrantes. Si bien hay discusiones y no todos nos llevamos bien, al momento de trabajar nos damos la mano. El compañerismo y la capacitación constante son dos pilares que no pueden faltar”.
SUENA LA SIRENA Y…
“Siento un cosquilleo que no sabría transmitir. Es como un shock de corriente”.