La Ballenera (CBI), reunida en la ciudad eslovena de Portoroz, rechazó este martes la creación de un santuario para ballenas en el océano Atlántico Sur, informó la agencia eslovena STA.
Para que el santuario fuera aprobado era necesario que votaran a favor al menos el 75 % de los 64 miembros de la CBI, pero solo 35 países dieron su apoyo a la propuesta (un 54,6 %).
Según la fuente, Japón, Noruega e Islandia se opusieron a la iniciativa lanzada por y apoyada por Sudáfrica, Argentina, Uruguay y Gabón, y por varias ONG, como Greenpeace, WWF y la fundación SOS Mata Atlântica.
El objetivo, que ya fue rechazado en 2001, era crear un santuario para las ballenas de 20 millones de kilómetros cuadrados.
“A pesar de que la mayoría de los países y la opinión pública general creen que un santuario es la mejor forma de proteger a las ballenas, una vez más nos hemos sentido frustrados en la reunión de la CBI”, comentó John Frizell, experto de Greenpeace.
“Lo más decepcionante es que todos los esfuerzos han sido finalmente minados por países miembros de la CBI que están a miles de millas de distancia de la zona propuesta, incluso fuera del hemisferio sur, y algunos en el otro lado del mundo. Por el contrario, todos los países con territorios en la zona propuesta para el santuario apoyaron plenamente la iniciativa”, agregó.
Los países que abogaron en Portoroz por el establecimiento del santuario en el Atlántico Sur alegaron que el 71 % de alrededor de los tres millones de ballenas cazadas entre 1900 y 1999 perecieron precisamente en las aguas del hemisferio sur.
Desde 1985, según los últimos datos de CBI, se capturaron 16.235 ballenas “con fines científicos”, 24.381 por comerciales y 10.139 fueron abatidas con licencias de caza aborigen de subsistencia, concedidas a comunidades tradicionales de Norteamérica, Rusia, Groenlandia y las islas caribeñas de San Vicente y las Granadinas.
En la reunión de la CBI participan 80 países, que celebran también el 70º aniversario de la organización y los 30 años de la adopción de la prohibición de la caza comercial.
La ministra de Medio Ambiente eslovena, Irena Majcen, explicó que su país apoyó la iniciativa brasileña y dijo que se debería mejorar el proceso de control de la caza con fines científicos, un asunto que será tratado en esta reunión.
Se trata de una propuesta de Australia y Nueva Zelanda para revisar los programas de pesca “científica”.
Eslovenia, que comparte las posturas de la Unión Europea, apoya la prohibición de la caza de ballenas, con la única excepción de cuando se trata de caza aborigen de subsistencia.
A pesar de la prohibición, Japón determinó cuotas propias de caza “científica” y Noruega e Islandia practican cazas comerciales “excepcionales”.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya determinó en 2014 que Japón había abusado de la “caza científica”. (Fuente: EFE, Greenpeace)