Dentro de las consultas más frecuentes por personas sobreocupadas en su trabajo, con un alto nivel de demanda, está el aspecto acerca de cómo desconectarse del trabajo en vacaciones.
Se trata de un problema muy frecuente en todo tipo de empresas y organizaciones, donde las personas son contratadas con dedicación a tiempo completo, y parecería que esto, en algunos casos, impide disfrutar del descanso reparador.
La facilidad de contar con los mails en los dispositivos móviles, grupos de mensajería con compañeros de trabajo y con los líderes o jefes; o los clientes que –si trabajás independiente– se sienten dueños de tu tiempo 24 horas / 365 días.
¿Qué hacer para disfrutar de las vacaciones y, a la vez, no seguir enganchados en el ritmo laboral? Aquí van estos consejos.
5 formas de desconectarse
1. Programar un anuncio automático de vacaciones en tus mails:
Utilizado por millones de personas, es un arma eficaz para alertar a los demás que estás descansando. Redactá el anuncio siguiendo un lenguaje coloquial y relacionado con el que utilizas frecuentemente. Debe ser un mensaje corto. Necesitarás programarlo desde el día previo a tu salida de viaje, y desactivarlo el segundo día que regresas al trabajo (para evitar una invasión desmedida de mails justo el primer día de reingreso). Establece una persona back up que te reemplazará en caso de que los asuntos sean muy urgentes.
2. Silenciar todos los grupos de mensajerías instantáneas de temas laborales:
Tres días antes, enviarás un aviso de vacaciones, en tono coloquial y cordial, en todos los grupos de mensajería –como WhatsApp o similar– donde interactuás por temas profesionales. Si lo deseas, también podés hacerlo en los demás grupos personales. A la vez, indicarás que estarás silenciando el grupo hasta tu regreso laboral. Y así lo harás de inmediato. Esto te permitirá desconectarte de una gran masa de temas de todo tipo, que lo único que harían es traerte más ansiedad, o la tentación de querer estar al día con todo, aún a costa de tu descanso.
3. Tener siempre una libreta y lapicera a mano:
Este consejo es esencial, y te permitirá limpiar tu mente de cualquier perturbación de trabajo. ¿Irrumpe un pensamiento de un tema laboral? ¿Se te ocurre una idea genial para tu empresa? Escribila de inmediato en tu bloc de notas, con palabras breves, fecha y hora; y retomarás este tema a tu regreso. Si eres líder de proyecto, necesitarás contener tus ganas irrefrenables de llamar al equipo para pasarles el asunto. Esto puede esperar. Verás cuánto más productivo y creativo eres a tu regreso con la mente y las emociones despejadas.
4. Vencer la tentación de llamar al trabajo:
Para los que son adictos al trabajo es necesario entrenarse en evitar cualquier tipo de llamado laboral durante tus vacaciones. Muchos se acostumbran a dedicarle una hora al día al trabajo, incluso restándole tiempo de disfrute personal para, simplemente, descansar. Entonces: cuidá tu tendencia a querer abarcarlo todo cuando estás de vacaciones. Si necesitás sí o sí implementarlo: A) Buscá una franja de una hora por semana para concentrar tu conexión con lo laboral, aunque, como queda claro, lo ideal es que lo evites por completo; B) Prepara previamente al equipo para que sepan que tal día y hora será el único momento en que estarás disponible y por pocos minutos; C) ¿Traen un problema? Que te presenten al menos tres soluciones. Esta ecuación no falla y te ahorrarás, al menos, el 90% de los problemas que un colaborador puede resolver, pero siempre termina pasándotelos a ti.
5. Una única persona puede ayudarte:
Busca en tu equipo una única persona que sea la que centralice cualquier tipo de comunicación con vos. Si no tenés un asistente, combiná con un colega, y que todos sepan que será la persona autorizada para transmitirte cualquier tema que ella o él evalúen como indispensables y más que importante. Luego: A) Establece un código secreto con esta persona (por ejemplo, llamar al celular, y recién atenderás cuando hace su tercer llamado; los otros dos no atenderás); B) La conversación se circunscribirá a cosas concretas, a hechos y decisiones rápidas; C) Todo tema que pueda ser pospuesto, así lo harán; D) Asumirás el reto de no implicarte en redactar tu contratos, informes, cotizaciones o cosas que requieran de tu tiempo. Lo máximo que podrías hacer –en tu hora semanal– es una revisión de materiales indispensables e impostergables que te envíen ya elaborados.
Probá estas herramientas, y verás como tus vacaciones serán días de descanso. Aprovechá para leer, hacer deporte, cocinar, estar con amigos y con la familia; o en soledad, caminando, meditando, reposando y en relax. Te lo merecés.
Fuente: El Cronista